Una chica tiene un altercado comercial con la dueña de un negocio de renta de vestidos, esta última decide publicar la historia en redes y horas más tarde hay un trend topic llamado #ladyvestido. De inmediato memes y comentarios se vierten en millones de kilobytes, los pormenores los pueden encontrar en cualquiera de sus perfiles.
No me refiero a las historias épicas de lords y ladies que llevan siglos escribiéndose en el Reino Unido, son los #lord y #lady de la cultura mexicana, hashtags de la democratización digital que se usan para denunciar actitudes de personas prepotentes.
La que perpetuó la ofensa ganó 2mil seguidores en un día, la afectada una cantidad similar, así como miles de mensajes de solidaridad. ¿Acaso la democracia digital por sí misma ha superado a las Redes Sociales? Personas comunes que invierten tiempo en comentarios como si fueran parte del conflicto ¿Lo son?
El grueso de la querella se debate en grupos dentro de los mismos canales digitales, algunos de ellos privados, donde solo los miembros pueden opinar; esas conversaciones a “puerta cerrada” cuyas excluidas son las marcas, como cuando se invierten miles de millones de pesos en producir spots publicitarios que son vistos por el gato.
Quizá el verano también quema las neuronas, tal vez la clave sea jugar a ser el juez de situaciones ajenas, nosotros tan acostumbrados a que la justicia no trascienda, podemos darnos licencia para aplicarla sin dolo ¿Entretenimiento puro o escape de la realidad? Las redes son el zapping de hoy.
Cito a Einstein –”Hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez humana; y del Universo no estoy seguro”. En definitiva mejor tomar unas vacaciones. Les mando saludos.