Los anuncios de cadenas de comida rápida podrían ser prohibidos en toda la red de transporte de la capital británica si se cumple lo propuesto por el alcalde Sadiq Khan, en su lucha por bajar los crecientes niveles de obesidad infantil que se observan en la ciudad.
En el comunicado reseñado por The Guardian, Khan ha señalado “Quiero reducir la influencia y presión que se pone en los niños y sus familias para tomar decisiones poco sanas” al tiempo que explica que con esta intención se han propuesto prohibir la publicidad de bebidas y alimentos considerados poco sanos en paradas de transporte publico, buses y trenes de Londres, a lo que se suma su propuesta de no permitir la apertura de nuevas tiendas de comida caliente con takeaway a menos de 400 metros de distancia de las escuelas.
La capital británica es una de las ciudades europeas con mayor índice de obesidad infantil, de hecho casi el 40 por ciento de los niños de entre 10 y 11 años puede considerarse con sobrepeso u obeso, como señalan en el comunicado. La situación es aun más grave cuando se trata de zonas desfavorecidas como Barking y Dagenham en el este de Londres, donde según el alcalde existe una epidemia de obesidad y las cifras son casi del doble si se comparan con las de otras áreas más pudientes como por ejemplo el barrio de Richmond.
Para determinar cuáles alimentos y bebidas se utilizará un sistema de perfiles de nutrientes ya establecido que cataloga cuáles alimentos y bebidas son latos en grasas y azucares. Un modelo que actualmente es utilizado por la Advertising Standards Authority (ASA) de Reino Unido.
Este tipo de iniciativas, de prohibir anuncios de comida ‘poco sana’ en su red de transporte, ya ha sido asumido por ciudades como Ámsterdam, a comienzos de 2018.