Los usuarios de smartphone más fanáticos a nivel mundial, suelen apostarse en las entradas de las tiendas de Apple cuando se trata de ponerle las manos encima al más reciente de los modelos de este teléfono, pero el lanzamiento del iPhone 7, puede que no logre la misma histeria colectiva que la mayoría de los anteriores.
A pesar de la pasión que despiertan los productos de esta marca, la falta de nuevas características (realmente innovadoras) puede hacer que muchos consumidores esperen al lanzamiento del iPhone 8, que saldría al mercado el próximo año, con motivo del décimo aniversario de la creación de este smartphone y que se espera sea significativamente diferente.
De hecho, en un estudio de Branding Brand, en el que se consultaba a los dueños de iPhones, realizado en agosto de 2016, sobre si cambiarían su actual modelo por el iPhone 7, un 49 por ciento aseguró que no lo haría y un 51 por ciento que si.
Este nuevo modelos, llega en un complejo momento para la marca, pues se trata del producto que le reporta el 60 por ciento de sus ingresos, pero cuyas ventas han ciado más del 15 por ciento, en los últimos dos trimestres, además de los reciente problemas sobre supuestos impagos de impuestos que enfrentan en la UE y que le llevarían a pagar 13.000 millones de euros, más intereses.
Sin embargo no todo es negativo para Apple, pues su gran competidor Samsung ha tenido considerables problemas con su más reciente smartphone, lo que le ha llevado incluso a suspender los envíos hasta no solventar la situación, lo que puede facilitar en algo las cosas a la empresa de Cupertino.
Pero ello no quita el que los usuarios de la marca, parecen no encontrar tan atractivos los cambios realizados, como para cambiarse al nuevo modelo por ejemplo, según los datos del citado estudio de Branding Brand, y en relación con algunos de los nuevos aspectos conocidos para el momento de su realización, como lo es el de la eliminación del puerto para audífonos, apenas un 12 por ciento se mostraba interesado en tal transformación, y menos de un 32 por ciento lo estaba en la actualización iOS 10.
En este sentido, otro estudio similar de junio de 2016, realizado por la firma tecnológica Fluent, señala que los dueños de iPhone, mayormente (35 por ciento) esperan dos años antes de cambiarlo por uno nuevo, un 17 por ciento lo hace cada 3 años y un 18 por ciento tarda más de ese tiempo en modernizar su terminal. Sólo el 21 por ciento lo hace de forma anual y apenas el 9 por ciento es capaz de hacerlo más de una vez en un año.
Por lo que habrá que esperar a ver la reacción de los consumidores para confirmar si efectivamente, el amor por la marca surte su habitual efecto en los consumidores o si esta vez, las reacciones serán más moderadas a la espera del próximo y cercano modelo de 2017.