Por Juan Cárdenas
Son famosos algunos logos, que de una u otra manera han resultado contraproducentes en su intención, dejando que otro valor sea más importante. Puede ser algo gracioso, violento, ofensivo o vulgar; algunos valores que por lo general no quieres ligar a tu marca.
En los 70s la Comisión Juvenil de la Arquidiócesis de la Iglesia Católica diseñó, aprobó y utilizó el siguiente logo:
Algunos como yo, pensamos que de hecho es un gran logo y 100% fiel a las prácticas de dicha iglesia (y la historia nos ha dado la razón), pero quienes piensan diferente deben sentirse ofendidos por la posible interpretación sexual y pederasta del logo.
La pederastia es uno de los peores crĂmenes a mi criterio, por lo que implicarlo en un logo, justo un sĂmbolo que debe ayudarnos a identificar una marca, producto o valor, es doblemente aberrante. Evidentemente el que esto sea de una iglesia lo hace peor. Otros ejemplos de esto han ocurrido como podemos ver en la siguiente ilustraciĂłn:
Y aunque de forma más graciosa, siempre susceptible a la ofensa estos debajo también fueron contraproducentes Y MUY POPULARES EN REDES SOCIALES:
El único aprendizaje que se debe tener en cuenta es la supervisión. Alguien debe aprobar cualquier diseño antes de hacerse público y costar, no sólo risas, sino dinero a la empresa al tener que rediseñar. Muchos logos son excelentes, ingeniosos, creativos, sugestivos e inteligentes; sin embargo deben ser antes de eso, útiles para el propósito para el cual están diseñados, de lo contario todo lo anterior poco importa.