Este año HBO fue víctima de hackeos que pusieron en problemas a la compañía. Aunque la empresa mantuvo un bajo perfil en el hackeo masivo de sus datos corporativos, la filtración ocurrió en un momento de transición de la compañía, entre negociaciones de Time Warner y AT&T.
Episodios de Game of Thrones fueron revelados, incluso el final, obligando a la firma a tomar medidas desesperadas, incluso a tratar de negociar por que dejaran de filtrar su información.
El ladrón pidió 6 millones de dólares en bitcoins a la compañía norteamericana para o de lo contrario divulgaría más información, pero HBO no sucumbió al chantaje.
Por el contrario, ya se emitió una acusación formal contra el hacker ante el Departamento de Justicia del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York.
En la querella se demandan cargos por acceder a una computadora sin autorización, fraude informático, robo de identidad y extorsión.
Pero para poner una queja hay que conocer la identidad del acusado y HBO ya sabe quien robó los capítulos de Game of Thrones: Behzad Mesri, un ciudadano iraní que ha “trabajado en nombre del ejército iraní para llevar a cabo ataques de redes informáticas dirigidas a sistemas militares, sistemas de software nuclear e infraestructura israelí”.
Según se lee en la demanda, este personaje posee incluso documentos internos, información personal de los empleados y contraseñas para diferentes servicios en línea.
Pero aún conociendo su identidad y con pruebas del delito cibernético, no se puede detener a Mesri, ya que no vive en Estados Unidos.
Sin embargo, HBO luchará porque no se filtre nueva información y buscará que se castigue al hacker.
Hackers vs compañías
Los hackers resultan elementos que dañan severamente a las empresas, no sólo por revelar episodios como en el caso de Game of Thrones, sino por casos como el de Uber.
Un grupo de hackers robó los datos personales de 57 millones de clientes y conductores de Uber, hasta ahí la compañía era una víctima; sin embargo, ocultó durante más de un año esta información, lo que sus consumidores tomaron como deshonesto.
Al ocultar la información, dejó a sus usuarios a expensas de los delincuentes cibernéticos, por ello le recriminaron fuertemente. Entonces, Joe Sullivan, hasta hace poco, el máximo responsable de seguridad de Uber, fue despedido no sólo por el error, sino por haber mantenido oculto un fallo tan grave durante un año.