- Se estima que compartir passwords les cuesta a los servicios de streaming varios miles de millones de dólares al año por ingreso perdido.
- Diversas plataformas ya han ensayado con actividades que permitan evitar esta práctica, aunque con poco éxito.
- Netflix en un principio decía no estar interesado en el tema. Pero las pérdidas y la competencia lo han llevado a considerarlo.
Netflix, Disney+ y hasta Amazon Prime, serían quienes plantean quienes plantean unirse buscando un mismo fin, acabar con la práctica de compartir tu contraseña. Ese es el nuevo decreto de las gigantes plataformas del streaming nivel mundial, que esperan desalentar la práctica común de compartir passwords (contraseñas) de cuentas pero sin alienar a los suscriptores que se han acostumbrado a ella.
Se estima que compartir passwords les cuesta a los servicios de streaming varios miles de millones de dólares al año por ingreso perdido. Esto es un pequeño problema para una industria que genera cerca de 120.000 millones de dólares anualmente, pero es algo que necesita atender pues los gastos en nueva programación se han disparado.
La situación si de por si ya pinta como delicada, es todavía peor si tomamos en cuenta que aproximadamente dos de cada cinco adultos en internet han compartido contraseñas para cuentas en línea con amigos o familiares, de acuerdo con el Centro Pew para el Internet y la Tecnología. Entre los millennials el porcentaje es incluso mayor: 56 por ciento de los adultos en internet de 18 a 29 años han compartido passwords.
Las plataformas sí pueden unirse y prueba de ello es este deseo común
“Francamente la industria ha estado gravitando hacia eso, es una cuestión de tiempo, no de si será”, dijo el analista de CFRA Tuna Amobi. “El paisaje parece bastante establecido en términos de esos nuevos participantes, así que parece que es un buen momento para tener un mejor control de los suscriptores”, relata un texto del Chicago Tribune.
Las empresas de video bajo demanda han ofrecido por mucho tiempo formas legítimas para que la gente use un servicio creando perfiles o paquetes de servicio con diferentes niveles de pantallas permitidas. Las reglas más estrictas para compartir el password podrían llevar a que más gente se apriete el cinturón y pague el precio completo por su propia suscripción. Pero una campaña demasiado estricta también puede alienar a los usuarios y apartarlos de los servicios.
Primeros esfuerzos por frenar la práctica
En marzo algunos usuarios de Netflix comenzaron recibir mensajes que les pedían verificar su cuenta poniendo un código enviado vía correo electrónico o mensaje de texto, aunque también podían tener la opción de verificar “después”. Netflix no dijo cuántas personas fueron parte de esta prueba ni si sólo fue en Estados Unidos o en otras partes.
Para ello, es evidente que tomarán un enfoque muy cuidadoso. Si lo hacen de forma incorrecta, siempre hay un lado negativo para medidas como esta, puede traducirse, por ejemplo, en una salida masiva de los suscriptores o que se marchen a una plataforma más amigable con la práctica.
La prueba llega en un momento crucial para Netflix. El crecimiento del año pasado impulsado por la pandemia está ralentizándose. Netflix sigue siendo el mayor servicio de streaming con más de 200 millones de suscriptores a nivel mundial. Pero toda una variedad de nuevos competidores ha surgido, incluyendo Disney+, que es más barata y rápidamente reclamó 100 millones de suscriptores en menos de dos años.
Cuando Disney+ se lanzó en 2019, el entonces director general Bob Iger dijo que el servicio fue pensado para compartir.
“Estamos lanzando un servicio que es muy familiar, esperamos que las familias puedan consumirlo, cuatro pantallas a la vez, por ejemplo”, dijo en una entrevista con CNBC. “Lo vigilaremos cuidadosamente con varias herramientas, herramientas tecnológicas, que tenemos disponibles para monitorearlo. Pero obviamente es algo que tenemos que seguir”.
En tanto, más plataformas se suman a este mercado que se antoja complicado de regular en lo que a préstamos de contraseñas concierne, sin embargo, si es una muestra de lo que los gigantes del streaming pueden hacer si deciden unir fuerzas.
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