Internacional.– Puede ser porque lo ridículo genera risa, el humor provoca una sensación inolvidable y de paso incrementa las posibilidades de viralizar lo que sea, el caso es que todo aquello que salga de la norma, se ha vuelto un recurso en creatividad y marketing. Y lo que parece fácil de realizar (¡Cuántas veces nos hemos preguntado ¿a quién se le habrá ocurrido esto? !), eso que se ve tan diferente y que no tiene un objetivo claro, es fruto del trabajo de varias mentes que, a veces, consiguen una reacción increíble por parte del público. ¿Quieres conocer un par de ejemplos? Sigue leyendo.
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Las campañas de Quilmes suelen tener algunos elementos curiosos – bordeando lo ridículos, en realidad- y casi siempre dan en el clavo. Dirigidas a un público de jóvenes adultos que esperan disfrutar de la vida y del verano, por sobre todo, les muestra un mundo diferente, conectando el imaginario del público objetivo por medio de elementos bastante freak. La última campaña tiene como protagonista al Quilmes Hostel, donde aparentemente se puede disfrutar del gran verano del hemisferio sur, a través de un programa de tele realidad, con una dimensión sin límites. Aquí hay dos ejemplos de esa última campaña.
Otro excelente ejemplo de lo ridículo como recurso se puede ver en un comercial que data del 2013, con el humor británico latiendo bajo la idea principal, provoca bastante hilaridad a través de su protagonista, un divertido pony que decide bailar su canción preferida. Absolutamente divertido y más de 10 millones de visitas prueban que a la gente (en especial a los británicos) el humor caustico y un poco absurdo, motiva al mundo desde siempre y cuando eso sucede, la ida seguramente será recordable, al menos por un tiempo. ¿Conoces este aviso?