Una semana después de lanzar 60 misiles de la marca Tomahawk sobre una base aérea siria, como respuesta a la agresión química que mató a 80 civiles, ahora Estados Unidos utilizó su mayor arma “no nuclear” por primera vez para atacar blancos del Estado Islámico, en Afganistán.
De acuerdo con el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD, por sus siglas en inglés), la bomba GBU-43 de de un avión cayó a las 7:32 pm, hora local de Afganistán, para destruir una red de túneles del Estado Islámico, en la provincia de Nangarhar.
El portavoz del DoD, Adam Stump, señaló que el objetivo fue el Estado Islámico, en la provincia de Khorasan, y el ataque tuvo la intención de minimizar el riesgo para los soldados afganos y estadounidenses en el área donde realizan operaciones militares. Según Stump, “se tomaron todas las precauciones para prevenir daños colaterales”.
Para Estados Unidos, la pérdida de territorios por parte del Estado Islámico los ha obligado a replegarse utilizando bunkers y túneles para tratar de rearmar su defensa, por lo que la bomba GBU-43 era la única con capacidad de destruir el paso del EI.
La también conocida como “la madre de todas las bombas” es un arma de artillería del ejército de Estados Unidos, que realizó sus primeras pruebas en el centro de armamento de Eglin, el 11 de marzo de 2003.
El efecto que produce es denominado como “explosión masiva del aire de la artillería”, es la bomba no nuclear más grade de Estados Unidos, que pesa alrededor de 21 mil libras. Además, es tan grande que tiene que ser lanzada por un avión de transporte C-130, y su poder destructivo está especializado en túneles endurecidos con concreto y otros materiales de construcción duros, como un búnker.
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— U.S. Central Command (@CENTCOM) 13 de abril de 2017