Con esta avalancha tecnológica que vivimos, sin precedentes en la historia, también van brotando los delitos correspondientes. Difícilmente un asunto más interesante como el de los hackers, sus modus operandi y las diversas formas de ‘delitos cibernéticos’ que se van creando. Me tiene con la boca abierta la ‘sextorsión’, es decir, el uso de ransomware a cambio de la desnudez de los usuarios.
Un ransomware es como le llaman a los software rescate o programas dañinos que bloquean o restringen en uso de una parte de un dispositivo o computadora o su funcionamiento completo. El cuento es que hace poco fue detectado el ´nransom´ por un investigadores informáticos, que ha afectado en varios países y que consiste en que secuestran una computadora y para ´liberarla´ no pide dinero sino fotos del usuario encuerado.
Esa es la nueva ‘sextorsión’ informa que la manera de volver a ser dueño de tu computadora es la siguiente: “No responderemos inmediatamente. Una vez que lo hagamos, deberás enviar al menos 10 fotografías en las que aparezcas desnudo. Después de esto, tendremos que verificar que las fotografías son tuyas”. Con seguridad muchos han cedido a esta peculiar extorsión, es que en esos aparatos está la vida de uno.
Incluso anuncian que las fotos que se envíen a modo de ´rescate´ pueden ser vendidas en la “deep web”, así con tapujos lo dicen. Obviamente, como siempre, los expertos aconsejan no ceder a las peticiones de los extorsionistas porque además no se garantizan que sí envíen el código de desbloqueos a cambios de las fotos.
Así las cosas, y a modo de información práctica, los expertos aconsejan no hacer clic en ningún enlace o botón desconocido, mantener ocultar la dirección IP (el IFE de Internet), hacer copias de seguridad frecuentes y si se cree estar infectado por algún virus de este estilo, pues desconectar el equipo de Internet y apagarlo cuanto antes.
Qué locura. ¿Quién puede dedicarse a algo así? ¿Cómo será la vida de un sextorsionista?