Una de las fiestas deportivas más esperadas por el orbe es el mundial de futbol, escenario en donde se manifiestan no solo los innovadores sistemas de juego y la vistosidad de los uniformes. En Qatar 2022, observamos todos con grata sorpresa el nuevo liderazgo de varios países que no encabezaban los grupos y que pronto retornaron a casa.

¿Qué podemos destacar?… A través de la geopolítica pudimos ver a la selección de Marruecos, un país africano que es paso de migrantes para España y de ahí a toda Europa, jugar con mucha determinación, derrotó a españoles y portugueses dejando un claro mensaje político de diálogo y unidad para resolver la crisis.

Los asiáticos no se quedaron atrás, japoneses y coreanos empujados por su disciplina y esfuerzo destacaron por sobre selecciones que suelen avanzar más adelante en la justa mundialista como Bélgica y Dinamarca, mostrando estos pequeños países, su visión económica, así como un sólido trabajo social y empresarial.

Alemania, conocida también como Die Mannschaft, fue otro gigante que se despidió del mundial de Qatar en la fase de grupos para sorpresa de todos, dado que regularmente llega a las finales, y esto lo podemos relacionar con su actual reorganización política – económica después de la salida de Angela Merkel.

Sin embargo, equipos como Croacia, Francia y Argentina siguieron adelante de la mano de sus legendarios líderes Modric, Mbappe y Messi respectivamente, futbolistas de elite que entendieron que por su propio esfuerzo y experiencia debían encabezar a sus selecciones más allá de su marca-persona, ubicándose en verdaderos motores técnicos y anímicos para sus compañeros, y más allá de los problemas que presentan sus países.

Qatar, más allá de sus rígidas reglas sociales y de su pujante economía que fue capaz de construir ocho nuevos estadios y mostrar toda una ciudad como carta de presentación de modernidad y vistosidad, como lo fue Doha, fue un espejo en donde mucho de lo que sucede en términos políticos y sociales en los 32 países participantes, se reflejó en la cancha, y otros se sobrepusieron a sus penas económicas como Argentina que presenta una fuerte inflación interna.

En el caso de Estados Unidos y Canadá, socios comerciales de México, sus selecciones, no proyectaron liderazgo y capacidad haciendo eco tal vez de lo que sucede con Biden por su bajo liderazgo al frente del Salón Oval y de los muchos problemas por los que atravesamos en territorio nacional.

Pareciera que no, pero todo comunica y toda acción tienen una reacción. Los liderazgos emergentes vistos en Qatar nos dan un gran ejemplo de que con determinación y fuerte motivación los resultados pueden ser diferentes a los esperados.

La final de este polémico campeonato mundial, dado que desde su designación como sede tuvo nubarrones pasando por las lastimosas condiciones de los trabajadores que participaron en la edificación de las sedes, será entre dos potencias futboleras: Francia el actual campeón, y la eterna Argentina liderada por quien fue ya seleccionado como el jugador de la década, quien en este mundial dice adiós, Lionel Messi.

Desde aquí, les deseo una feliz Navidad y un mejor año 2023.

Nos encontraremos más adelante.