Tradicionalmente ha sido considerada una plataforma de networking o de captación de nuevos talentos para las empresas, pero los constantes cambios y nuevas funcionalidades introducidas a la plataforma han contribuido a hacerla además una herramienta mucho más flexible y apta para realizar acciones de B2B.
Lo que comenzó como un lugar para mostrar y mantener el currículum vitae se ha convertido en una red social donde abundan los contenidos profesionales, la prospectación y los negocios.
LinkedIn se engloba a menudo en el conjunto de las redes sociales, sin embargo, sigue reglas muy específicas en su forma de trabajarla, por lo que el día de hoy te quiero compartir algunos de los principales errores que encuentro en su ejecución para que evites tenerlos y aproveches al máximo esta poderosísima plataforma.
Lo que NO debe hacerse en LinkedIn, ni como profesional ni como empresa
Publicar contenido no relevante. LinkedIn no es Facebook ni Youtube. Aquí debes compartir contenidos profesionales, las puestas de sol, paisajes maravillosos, niños encantadores o cualquier imagen que, pese a su belleza, no aporte nada a nivel profesional no es bien vista o incluso útil en esta red social.
Publicar temas personales. En esta plataforma no se habla de las vacaciones, familia, pareja o amigos. No se suele compartir datos personales a menos que estén directamente relacionados con tu negocio, por ejemplo: aniversarios, certificaciones, titulaciones, cursos o logros de tu equipo de trabajo.
Usarlo para contactos personales. Puede parecer raro, pero hay personas que utilizan cualquier sitio para buscar relaciones sentimentales o personales inadecuadas. Lo mismo sucede con el lenguaje que se utiliza. Hay que ser profesional y evitar los comentarios personales del tipo “Qué guapa sales en la foto de perfil” o los apelativos cariñosos.
Usar imágenes no apropiadas. Al igual que en el punto anterior, es muy importante que todas las imágenes que compartas en tu perfil personal sean profesionales, nada de fotos en fiestas o con tu pareja. Las fotos de perfil ideales son la de tu rostro en un escenario profesional. En el perfil o en la descripción se pueden poner enlaces a webs con galerías de tu portafolio de trabajo o el de la empresa.
Ser poco específico. Cuidar la redacción de tus descripciones y estatus. Lo que se escriba ahí proyecta tu personalidad y la de tu empresa. Describe lo que haces y por qué lo haces, piensa que es como una presentación personal de tu trayectoria profesional ¿Cómo te describirías ante un colega o en una reunión de networking? También es importante si lo que buscas es trabajo, ser muy específico en tus expectativas y a los que estás dispuesto en términos de ubicación, viajes, actividades y horarios.
Entrar en polémica. La política, la religión, el sexo y el fútbol son temas que es mejor dejar a un lado en las publicaciones de empresa profesionales o en tu perfil personal. En principio, todos ellos pertenecen a la esfera privada y deben permanecer ahí.
Pedir validaciones falsas; por ejemplo, a alguien que no nos conoce. No tiene sentido que alguien con el que no hemos trabajado nos valide. Es cierto que hay gente que lo hace para recibir validaciones a cambio, pero pedirlas pone en una situación incómoda a los demás.
Invitar para pedir favores. Linkedin es como una gran reunión presencial de networking, cuida las formas y los modos. No te acercas a conocer a alguien sólo con la intensión de que te presente a otra persona, en la vida real (presencial) dejas pasar un tiempo y fomentas primero esa relación antes de empezar a pedir favores.
Incluir información falsa. Un punto fuerte que ofrece LinkedIn, que es la enorme visibilidad que proporciona, se puede volver en nuestra contra si mentimos, puesto que es muy fácil que un extrabajador, antiguo cliente, socio o jefe desvele la mentira. ¡Cuidado!
Espero seguir compartiendo contigo más recomendaciones sobre esta poderosa plataforma donde puedes generar muchas oportunidades de negocio si aprendes a usarla bien.
Saludos ¡Yeah!