Llegó el momento y lo que parecía lejano hace algunos meses, hoy ya es una realidad. Tenemos un nuevo tratado de libre comercio en Norteamérica. El sucesor del TLC ahora se llama T-MEC y es uno de los tratados más importantes del mundo, por el volumen de personas, dinero y transacciones comerciales que lleva implícitas.
Del TLCAN al T-MEC
Sin ponernos muy técnicos, es importante conocer algunos detalles del T-MEC desde donde viene y cuales pretenden ser los alcances del mismo, así como el impacto que tendrá en México ante dos potencias como EU y Canada.
A finales del siglo pasado, específicamente en 1994, Estados Unidos, México y Canada crearon la región de libre comercio más grande del mundo al firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), justo en un momento complicado para nuestro país por distintos temas, desde el ejercito Zapatista protagonizando protestas en Chiapas, el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas, el FOBAPROA, el nacimiento del Barzón y la devaluación del peso en diciembre.
El TLCAN sentó un precedente en todo el mundo, de hecho a partir de él empezaron otras regiones a buscar acuerdos similares.
Aunque hoy México no está como en el 94, El T-MEC tampoco nos llega en un bueno momento, ya que de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI) la economía mexicana se contraerá en más del 10% en 2020.
Diferencias entre el TLCAN y el T-MEC
Aunque ambos son tratados comerciales entre los mismos países, por el momento en el que han sido firmados incluyen varias diferencias, producto to de los cambios que ha tenido el mundo desde 1994 a la fecha.
La primer diferencia es la cantidad de capítulos que incluyen, el anterior contaba solo con 22, mientras que el nuevo tratado tiene 34, resaltando el número 19 dedicado expresamente al comercio digital.
Algo que muchos analistas han aplaudido, es la periodicidad en la revisión de la vigencia de los capítulos, ya que aunque el tratado tiene una duración de 16 años, se harán revisiones cada seis.
Algo que resalta de todo el tratado, es lo relacionado a la industria automotriz, ya que Estados Unidos establece que 45% de la fabricación de autos deberá pasar por plantas donde los trabajadores ganen al menos 16 dólares la hora y para evitar aranceles exigirá que 75% de lo que conforma un vehículo sea originaria de la región.
Otro tema que llama mucho la atención, es lo relacionado a combatir la corrupción, mejorar las prácticas regulatorias en busca de la transparencia y mejorar la competitividad, de hecho en ese capítulo México propuso un mecanismo para el intercambio de información y una serie de acciones para ser más competitivos.
Oportunidades del T-MEC para México
Aunque competimos con dos naciones más evolucionadas que nosotros en la mayoría de los temas, México tiene algunas oportunidades y el identificarlas podemos aprovecharlas.
El T-MEC le brinda a México la posibilidad de llegar a un mercado de 493 millones de personas, que representan el 18.3% del PIB mundial y el 15.9% del comercio global, así que las posibilidades de crecimiento son realmente interesantes.
Aunque Canadá es un mercado atractivo, la meta de México debe enfocarse en Estados Unidos, considerando que California es la economía número cinco del mundo y Texas es la 10. Tan solo el 42% de las exportaciones de México se van para esos dos estados de EU, 13.04% y 29.12% respectivamente.
En este tratado se acordaron temas relacionados al trabajo, sorpresivamente se incluyó el tema sindical en un intento de equiparar las condiciones salariales entre los tres países, aunque es tan grande la diferencia que difícilmente México podrá llegar ahí, al menos en el mediano plazo, pero todas las mejoras en el entorno laboral, principalmente en el ramo manufacturero será un beneficio para México.
Una ventaja que parece hecha para México, será la facilidad del libre tránsito hacia Estados Unidos y Canadá con fines de negocio y educación, ya que para mejorar la productividad es necesario el intercambio de información y eso se logra facilitando la entrada y tránsito entre los tres países.
El capítulo 19 del T-MEC se enfoca de lleno al comercio digital, buscando estandarizar tanto prácticas comerciales, precios, envíos y aranceles, lo cual puede darle a México la oportunidad de competir de manera equitativa, mejorando los márgenes de utilidad y con la posibilidad de llevar la oferta comercial digital a uno de los mercados más importantes del mundo.
Como conclusión, es importante aprovechar el momento que vivimos, el lugar de donde estamos y la oportunidad que nos brinda el contar con un acuerdo de esta naturaleza. México tiene mucho trabajo por delante, nivel fiscal, regulatorio, laboral, y mucho de lo que falta es trabajo legislativo, para llevar nuestras leyes al nivel que requiere este reto comercial.
El conocimiento que no se comparte, pierde por completo su valor