Por Alfredo Cervera
El valor de las ideas en la publicidad depende de la labor de las agencias por cultivar mejores prácticas de recursos humanos.
La capacidad de una agencia para ofrecer la mejor creatividad a sus clientes no depende sólo de su antigüedad, prestigio o instalaciones, sino del talento que resguarde tras sus puertas.
Este personal, al representar para ellos un 60 por ciento de su negocio total, en comparación con un anunciante en donde conforman un 6 por ciento, necesitan cuidar y desarrollarlo con iniciativas de recursos humanos que se mantengan a la par de las últimas tendencias del mercado. “Una fábrica, si busca expandirse, puede hacerlo con nueva maquinaria. En cambio, una agencia depende de su infraestructura humana por completo”, afirma Nicolás Guzmán, vicepresidente ejecutivo de planeación y desarrollo de McCann Worldgroup.
Por lo mismo, un alto índice de rotación para un despacho creativo es un síntoma de que su negocio pasa por un momento de inestabilidad y crisis.
Es así que desde hace algunos años algunas firmas iniciaron un proceso de institucionalización de sus estrategias para retener talento, que van desde cursos en línea hasta acciones en la bolsa de valores.