Con poco o nada qué rescatar sobre las plataformas políticas debido luego del primer debate presidencial en México, organizado por el INE, no nos queda más que hacer un repaso sobre lo que dejó este encuentro.
Hay poco qué destacar sobre marketing político, dejando fuera de este acciones más enfocadas a desestimar o descalificar al adversario que por subrayar y comunicar las plataformas políticas propias.
Recordemos que, el marketing político o mercadotecnia política es la disciplina que se utiliza para diseñar y reforzar la estrategia de comunicación de una campaña, un candidato, funcionario o partido político.
Existen muchas definiciones, la mayoría muy similares, concuerdan en que es el conjunto de técnicas de investigación, gestión, planificación y comunicación para diseñar y ejecutar una campaña política, sea electoral o sólo proselitismo.
La noche de este domingo, durante el primer debate presidencial organizado por el INE, los candidatos se centraron más en exponer los errores y falencias de los opositores que por dejar claro al público y, principalmente al electorado, cuáles son sus propuestas respecto a los temas de Seguridad pública y violencia; Combate a la corrupción e impunidad, así como en Democracia y grupos en situación de vulnerabilidad.
Frases como “voy a hacer”, “voy a crear”, “voy a eliminar”, “voy eliminar”, pero en realidad, fueron argumentos muy desdibujados sobre el cómo lograrlo, qué invertir o qué reforma proponer para que esas presuntas protestas políticas se consoliden.
Inmediatamente, luego de concluir el encuentro y con pocas o nulas conclusiones para analizar las propuestas. Los aspirantes a la presidencia se dispusieron a posicionarse en redes sociales, con la ayuda de sus robustos equipos digitales.
Al final, este es el canal preferido para mantener contacto con sus seguidores e incluso opositores. Recordemos que la política y la tecnología están cada vez más relacionadas, por lo que por medio de este tipo de plataformas buscarán ganar adeptos y denostar sus rivales.
La conclusión es que el debate dejó poco para analizar que tenga relación con el marketing político, esto considerando que desde el punto de vista de los especialistas este debe emplearse de forma responsable y con ética, algo que no se identificamos en las acciones realizadas hasta el momento. Podríamos esperar. A que la situación cambie, sin embargo, la historia de la política y de elecciones en México nos recuerdan que es poco probable.