Merchandising se define como el conjunto de técnicas que se aplican en el punto de venta, para así motivar el acto de compra de la manera más rentable, tanto para el fabricante como para el distribuidor, satisfaciendo, de esta forma, las necesidades del consumidor.
Tradicionalmente se conoce el merchandising en el punto de venta y sus tres clasificaciones; sin embargo, con el auge digital, se ha desarrollado justamente esa parte.
Y es que de 7 mil 500 millones de habitantes que hay en el planeta, 2 mil millones 340 mil son usuarios de redes sociales, según datos proyectados por Statista. Esta cifra es solo un reflejo de la relevancia de la parte digital en la actualidad.
Así, llegó el merchandising digital con por lo menos tres tipos a desarrollar:
Promoción segmentada. Se trata de ofertar una promoción única a diferentes grupos de clientes, basándose en el segmento de usuarios de manera predefinida. Es decir, basados en una combinación de datos de perfil, histórico de compras o acciones recientes que se hayan realizado dentro del punto de venta digital.
Contextual merchandising. Está basado en desplegar una promo única para cada cliente, de acuerdo con el perfil individual del consumidor y con su comportamiento único en el sitio web en tiempo real, lo que se traduce en promociones y contenido relevantes para el consumidor.
Personalización o microsegmentación. La clave en este son los algoritmos implementados para detectar necesidades personales según el perfil, historial de compra y todo movimiento que el usuario haya realizado en el sitio web. Gracias a los algoritmos se determina automáticamente cuál de las diferentes variables es más relevante y arroja una promoción basada en clientes de perfiles similares, histórico de compra o acciones recientes.