Ya pasó la navidad y ya pasó el año nuevo. Y antes de estas fiestas, el famoso, y no por ello exitoso, “Buen Fin”.
Tanto en este evento como en las fiestas decembrinas, muchos de los mexicanos, ya sea por necesidad o no, según como lo quieran ver, se endeudaron en sus compras a muchos meses sin intereses y le sacaron el mayor provecho a lo que recibieron del aguinaldo.
Después de la Rosca de Reyes viene la realidad: de un 50 a un 70% de la población llega a sufrir este evento de inicio de año después de haberse pasado en sus gastos y al tratar de pagar en este mes todo lo que se firmó semanas antes.
De acuerdo a lo que menciona Juan Francisco Durán González, Profesor de Economía del Centro Universitario de Ciencias Económicas Administrativas, en una entrevista a Notimex, este momento es difícil, ya que “Se viene de un periodo de cierta abundancia como es diciembre y los emolumentos que se reciben hacen que la gente esté momentáneamente feliz, pero después se vuelve difícil para sufragar los gastos de inicio de año”.
Las fiestas decembrinas influyen de manera significativa en el comportamiento del consumidor. La euforia de comprar regalos (no solo a familiares y amigos, sino a algunos “compromisos” que salen de repente) y los artículos relacionados con adornos, cenas navideñas y de fin de año, hace, como cada año, que el mexicano le de cierta prioridad al uso del dinero que recibe como gratificación de fin de año.
De acuerdo al Estudio de Navidad y Fin de Año 2014 de TNS México, el aguinaldo se iría principalmente a la compra de regalos, ropa y calzado y en un tercer lugar al pago de deudas.
Los mexicanos gastaron en promedio 3,253 pesos en regalos, alcanzando hasta arriba de 6,500 pesos en los niveles socioeconómicos más altos.
De acuerdo al estudio realizado por el equipo de investigación de InformaBTL, surgen estos datos adicionales en cuanto a los gastos hechos el pasado diciembre:
• $8,705 es el gasto total promedio de la temporada decembrina en México
• 84% acostumbra dar regalos
• 41% de los consumidores gasta más de lo que debe
• 29% de los mexicanos inician el año con deudas
• 43% de los consumidores tarda de 3 a 6 meses en pagar las deudas adquiridas en la navidad
De este último dato viene también otra situación: la cuesta de enero se podría prolongar hasta mitad del 2015. Los movimientos en el precio del dólar y del petróleo, los aumentos en productos de la canasta básica, estimados hasta en un 30% y el monto del salario mínimo en 70.10 pesos, son algunas de las razones para que el periodo de la cuesta de enero se vaya a alargar tanto.
¿Cuáles son los negocios que tendrán un mayor movimiento de clientes en este periodo? Por lo pronto les podría asegurar que serán las casas de empeño, si consideramos que el 40% de la población, que no tiene acceso al crédito de la banca comercial, acude a ellas para solventar sus problemas de deudas o pagos pendientes.
¿Y las empresas y sus marcas no se ven afectadas por esta situación de la economía mexicana? Me parece que si.
Sabemos que el panorama no es lo más prometedor. La actividad económica de México, aunque los datos oficiales nos quieren decir lo contrario, no ha crecido tal como se ha prometido. Es natural que los hábitos de consumo se modifiquen ante esta situación. Si a esto sumamos la percepción generalizada sobre el aumento de la inseguridad y la corrupción en el país, estamos en problemas. Si no, que se lo pregunten a la mayoría de empresarios en Acapulco después de los problemas que todos conocemos.
Frente a ello, ya veremos si las empresas mexicanas se ponen las pilas para desarrollar nuevas estrategias de mercadotecnia para poder captar el débil consumo que se presentará en estos próximos meses. Tratar de encontrar un nicho de oportunidad será la clave.
Por lo pronto, se espera que la gente comprará lo que le alcance comprar y no necesariamente lo que desea. Es lógico que el consumidor será más selectivo al momento de decidir que compra y que no. Seguirá las ofertas y los descuentos que le pongan a la mano y probablemente dejará de comprar su marca favorita por una más barata. Esta es una de las razones por las que el consumidor mexicano deja de ser fiel, aunque sea de manera temporal, a sus marcas que ya habían logrado un “compromiso” con el.
Ahora el esfuerzo será de parte de las marcas abandonadas para ganar su corazón de nuevo. Claro, cuando al mexicano le alcance.