La nueva temporada de Black Mirror creada por Charlie Brooker, en Netflix, no puede estar más cerca de la realidad actual, salen a flote mitos de espionaje a los usuarios, faltas de consentimiento legal, invadiendo zonas de honor y privacidad, miedos que en general se están generando en la sociedad respecto al mal uso de la Inteligencia Artificial (I.A.).
La serie se fija otros objetivos en estos nuevos capítulos, la habitual obsesión de la serie con las redes sociales, internet y la despersonalización de la sociedad por culpa de la tecnología, y que en los últimos tiempos había mutado en un luddismo algo ramplón ha encontrado nuevos blancos a los que dirigir los dardos.
El primer capítulo “Joan es Horrible”, es tan impresionante, es un leer entre líneas, como se describen a sí mismos y hasta con orgullo, como Netflix- Streamberry una corporación maquiavélica que roba nuestros datos para su beneficio y creación de contenidos.
“Joan es horrible”, apunta a la mismísima Netflix. La historia es la vida de una mujer adulta Joan, con verdades a medias y mentiras en su vida, el estándar tal vez, de cualquier ser humano, pero que cae en una espiral de paranoia y engaños al ver su propia vida en una serie en la tv. Su vida en tiempo real. Sólo que, protagonizada por Salma Hayek, que al final tampoco es ella, sino resulta ser un rostro utilizado por I.A. para la serie.
El episodio critica el uso indiscriminado de las IA y los deepfake, la invasión de la intimidad por las grandes corporaciones, jugando con la percepción del espectador que por un momento al verla piensa casi seguro a mí me están espiando también, se siente observado, y ahí deja los dados sobre la mesa NETLFIX, avisando a sus usuarios que mejor lean las letras chiquitas de los contratos que firman, porque siempre lo hemos dicho en esta columna, son contratos adecuados muy específicamente a las necesidades de la tecnología y sus necesidades y no de nuestros derechos como usuarios.
Los demás capítulos los dejamos a los cinéfilos frustrados, y los amantes de la ciencia ficción y la sátira negra, yo comparto con ustedes que si ven este capítulo de “Joan es Horrible”, tal vez no sólo mediten en el grado de vigilancia y uso de nuestros datos personales que hacen plataformas como NETFLIX , y en mi caso como una creyente de la ciencia del derecho, el poco respeto que en esta serie vemos hacia las leyes, y la defensa para los usuarios, que jurídicamente sí existen, (normas, leyes, códigos, jurisprudencia) en nuestro país y muchos más, contra estos gigantes de la tecnología.
Sin duda, los tiempos que vienen serán una guerra constante para los que, si deseamos defender nuestro honor, privacidad, consentimiento, y manejo de nuestros datos personales.
