Cuando pensamos en un producto indispensable para la vida, lo primero que nos viene a la mente son alimentos, medicamentos o artículos de cuidado personal; aunque en el mundo moderno urbano, el Internet se ha vuelto también algo básico que nadie quiera dejar a un lado, ya que se ha convertido en el medio de comunicación, trabajo y entretenimiento para toda la familia.

Servicios como la música en línea(streaming) han incrementando considerablemente su consumo, un ejemplo de esto es Spotify que al cierre del primer trimestre de 2020 tiene 286 millones de usuarios a nivel mundial, un 31% más que el mismo trimestre del año pasado.

Por su parte Netflix cerró este trimestre con 182 millones de suscriptores, un 22% más de lo que tenía al cerrar el mismo trimestre de 2019.

Por otra parte Youtube ha visto también un incremento en el trafico de su plataforma, y llama la atención que las búsquedas de videos sobre temas educativos, específicamente las que se refieren a “aprender” crecieron 1000% durante marzo de acuerdo a CIU.

Otro ejemplo son las plataformas de video conferencia como Skype, Teams, Meet, Hangouts o Zoom, que han incrementado considerablemente su uso y cantidad de personas conectadas; el ejemplo más notable es la última, que en tan solo 2 meses duplicó su valor de mercado y tan solo en la primera semana de la cuarentena pasó de 2mil a 30mil descargas de su App móvil por semana y actualmente es la aplicación para Smartphones más descargada de acuerdo a App Annie.

Saliendo del mundo digital, el confinamiento provoca cambios en el comportamiento de las personas, principalmente en el consumo, en gran medida producto de la ansiedad y la incertidumbre. De acuerdo al último reporte de Kantar, el consumo de la canasta básica en México creció 20% desde el inicio de la cuarentena en el mes de marzo. Empieza a ser evidente que estando en casa, gastamos más en algunos productos, principalmente alimentos, limpieza, salud y cuidado personal.
El portal de comercio electrónico Mercado Libre reportó recientemente que las ventas de productos como mascarillas(cubre boca) crecieron un 200%, y alimentos y bebidas tuvieron un crecimiento de 157%, tan solo al inicio de la cuarentena en México.

Las empresas esenciales como parte de la cadena de valor

Se ha dado últimamente una fuerte discusión entre el gobierno y la iniciativa privada sobre las empresas esenciales, ya que las autoridades no tienen claro lo que significa una cadena de valor e insisten en cerrar fabricas con el argumento de que no producen productos esenciales, y es justo ahí donde la pelea parece no tener fin.

Una empresa esencial es la que ofrece un producto o servicio que se requiere para la salud, la alimentación o en general la supervivencia de las personas y/o los gobiernos. Sin esas empresas simplemente no habría servicios de salud, no comeríamos y no tendríamos luz, agua y otros servicios que requerimos en la vida.
Hasta aquí vamos bien y todos estamos de acuerdo; el problema y la discusión viene cuando una empresa esencial requiere de su cadena de suministros para poder producir. Un ejemplo muy claro es la industria alimenticia, en concreto la leche; las familias mexicanas han incrementado el consumo de productos lácteos en un 36% de acuerdo al reporte de Canastos de Nielsen.
Estamos hablando de leche, queso, crema, yogurt, etc., Pero en realidad esos son solo una parte del producto, porque la leche viene dentro de un envase de plástico, de vidrio o de cartón. El queso viene envuelto en plástico y llega a la tienda en una caja de cartón. La crema y el queso vienen en un frasco de plástico, con una etiqueta de papel pegada en la tapa y también llegaron en una caja de cartón.

Para que un producto lácteo llegue a la mesa, requiere que toda una larga cadena de valor participe en su elaboración. Desde el ganadero que produce la leche, el que la transporta, el que la procesa, el que produce la electricidad, el que da mantenimiento a las maquinas, el que fabrica los empaques, el que imprime los envases y las etiquetas, el que lo transporta, el que lo distribuye, etc. La cadena de valor es muy grande y sin una de las partes, simplemente el producto no puede existir.

De acuerdo al estudio World Development Report 2020 publicado recientemente por el Banco Mundial, México es reconocido en el nivel de “manufactura y servicios avanzados”, dentro de la cadena global de suministros, junto con países como India, Alemania y China, lo que significa que no solo producimos para el consumo interno, sino que formamos parte de la cadena de valor de todo el mundo.

Si se obliga a cerrar a una parte de la cadena de valor, simplemente se pierde la continuidad en la producción.

Si nos enfocamos no en el producto, sino en el empaque del mismo, podremos ver la importancia de esta industria. No me puedo imaginar un medicamento que se venda sin caja, o una bebida que no venga dentro de un envase apropiado.

Otro ejemplo es la industria del Food Delivery, que de acuerdo a Statista cerrará el 2020 con un crecimiento en México del 12%.
Para que la entrega de comida a domicilio pueda ser posible, se requiere también de una cadena de valor que no solo tiene que ver con alimentos. Un restaurante requiere todo lo necesario para la entrega, desde la toma de pedidos por teléfono o internet, la transportación, los envases y empaques apropiados para enviar la comida.

De acuerdo al reporte de hábitos y consumo del mexicano de Merca 2.0, el 81% de los mexicanos piensa que habrá desabasto en los productos básicos por consecuencia de la pandemia. Desafortunadamente esa idea cada día se confirma, ya que empiezan a escasear productos de distintos tipos por la ruptura en las distintas cadenas de valor de los productos que consumimos en el día a día.

Un argumento que ha salido, impulsado fuertemente por el gobierno, es el hecho de que no cerrar o re abrir una planta, es considerado como irresponsable por parte del empresario que lo hace. En este sentido, si se da la situación es importante que la empresa que no cierra o va a re abrir debe garantizar el máximo de cuidado y atención a la salud de sus trabajadores sin excepción. La apertura del negocio debe ir acompañada de un compromiso hacia el cuidado de su gente.

Como conclusión, es importante que todos hagamos una reflexión sobre lo que implica tener un producto en nuestras casas en este preciso momento; valoremos no solo el producto, sino todo lo que se necesita para que llegue a nosotros.

El conocimiento que no se comparte, pierde por completo su valor