Nunca imaginamos que quizá existiría una Barbie con síndrome de Down o que La Sirenita de Disney podría ser representada por una actriz afroamericana, son hechos que han sorprendido poco a poco a las antiguas generaciones. Hace no muchos años, lo que menos querían algunas personas era que se enteraran de si se tenía una discapacidad auditiva o si se tenía alguna preferencia sexual distinta, hoy en día las empresas han jugado un papel fundamental en el camino por la igualdad, muestra de ello son los anteriores ejemplos, de cómo una marca puede ser incluyente.
Mattel al apostar por una muñeca con síndrome de Down provoca que las nuevas generaciones de niños normalicen que todos los seremos humanos somos iguales y con esto contribuir a erradicar el bullying y la discriminación.
Y es que hoy en día, un sin fin de datos duros siguen evidenciando cómo situaciones comunes en el día a día siguen operando sin igualdad de género, por ejemplo, en 2022 la percepción de que la programación de los medios de comunicación no era inclusiva con ciertas identidades de la comunidad LGBTI seguía siendo bastante elevada. Las personas de género no binario y las mujeres homosexuales eran las que menos percibían la falta de inclusividad, con porcentajes inferiores al 45 por ciento de los encuestados pertenecientes al colectivo. En el polo opuesto se situaban las mujeres transgénero, de acuerdo a datos de Statista.
Pero para que una marca sea inclusiva debe comenzar desde el interior, desde su corazón, es decir, reconociendo la diversidad social e integrándola en sus valores, filosofía y política. Sobre todo ante las nuevas generaciones que hoy en día reclaman empresas inclusivas, empresas que escuchen y conozcan las necesidades de sus colaboradores.
Luisa García, Socia de LLYC y Chief Operating Officer para el grupo con sede en Madrid, inició su trayectoria en 1998 y actualmente forma parte del equipo a cargo de la expansión en Latinoamérica y con quien platicamos sobre las marcas y la inclusión como una alianza estratégica.
Luisa García, Chief Operating Officer de LLYC, aclaró que no se pretende convencer a nadie sobre este tema, “Nosotros cuando hablamos de igualdad, de diversidad, no pretendemos entrar en el debate político, no pretendemos convencer a nadie de una ideología o de otra, pero sí que pretendemos poner encima de la mesa aquellos aspectos relacionados con lo que hacemos que creemos pueden ser palancas para hacer una sociedad más igualitaria, más justa, más diversa, porque creemos que eso es bueno para todos, sinceramente, creemos que es bueno para las compañías tener talento diverso y que no lo pierdan, ya que muchas veces son los líderes empresariales los más preocupados de que las mujeres abandonen su carrera después de muchos años de formación y de invertir en ese talento”.
Hoy en día, una marca incluyente es una marca más “humana”, incluso, la diversidad laboral contribuye al panorama de las distintas realidades a las que cada ser humano se enfrenta. Es por eso que las marcas han puesto énfasis en crear conciencia sobre temas de discapacidad, temas raciales y apoyo a la comunidad LGBTI, donde a través de sus campañas publicitarias buscan dejar clara su postura de apoyo por parte de la marca y su propuesta de concientización, que deriva en defender la igualdad y que todos tengamos las mismas oportunidades y los mismos derechos.
“Nosotros les decimos a las compañías que ahora tienen herramientas para escuchar muchísimo más valiosas de las que tenían antes, precisamente para identificar esos puntos de conexión”, así lo señaló Luisa García.
Para la Chief Operating Officer de LLYC, a la hora de desarrollar estrategias se deben anticipar y prevenir críticas, estar dispuestos a aguantar, la empresa debe estar cómoda pero a la vez preparada. “Las compañías tienen que ser conscientes que no pueden asimilar esas causas de manera superficial, si quieres tener una posición de los derechos de las personas, debes saber que hay segmentos de la población que no te van a aplaudir y asumir esas consecuencias”.
Luisa García nos platicó sobre un informe aplicado en marzo sobre el tratamiento de medios de comunicación a las noticias, en función de si son protagonizadas por hombres o por mujeres, en el que se analizaron 14 millones de noticias en español, inglés y portugués, en todos los países en los que opera LLYC. Dicho estudio arrojó un sin fin de datos en los que se muestra cómo la mujer aún está por debajo del género masculino y como aún existen un sin fin de fenómenos que llevan a que la mujer sea menos visible que el hombre, “Hay casi 3 hombres por cada mujer, los hombres protagonizan 2 noticias y media por cada noticia que protagoniza una mujer”.
El poder de las marcas es enorme, es por eso que debe ser utilizado para crear consciencia a nivel social. “Vemos ese espacio en todo lo relacionado con la visibilidad, nos dedicamos a la comunicación, el marketing y los asuntos públicos y creemos que cuando las cosas importantes son visibles, cuando conseguimos empezar a cambiar estereotipos se produce una aceleración hacia el avance o el camino a la igualdad”, así lo señaló Luisa García, Chief Operating Officer de LLYC, quien nos aseguró que el reto no es segmentar sino encontrar puntos de conexión entre todos esos segmentos.
Prácticamente la inclusión debe generar comunidad, para Luisa las empresas juegan un papel fundamental, “Deben elegir bien las causas y asegurarse que esa visibilidad externa esté acompañada de un trabajo sólido interno, y ser conscientes de que no agradarán a todo el mundo”.
El poder de las marcas es ilimitado, en esta industria se ha avanzado desde la publicidad a la multiplicidad de oferta, así como desde las centrales de medios. Todo hecho no por defender una disciplina sino en aprender y en integrar, y en sumar talento que permite ir renovando constantemente, es por eso que el plan estratégico de LLYC es “comprometidos con la innovación y el crecimiento”, sumando siempre colegas de diferentes ámbitos que suman a las soluciones de los clientes.
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