Buenos Aires, Argentina.- La capital de Argentina está esperando desde hace mucho tiempo la llegada de una tienda oficial de Apple. En rigor, los consumidores esperan que los productos de la marca de Steve Jobs lleguen a un precio competitivo, y éste sería el primer paso.
El desembarco de Apple (con tiendas oficiales) en las ciudades de hispanoamérica no es todo lo veloz que los fanáticos de la marca querrían. Apenas si Ciudad de México tuvo la suerte de ser la primera, que se sumó a las de Brasil.
Es por esto que está siendo muy bienvenida la versión sobre la llegada de cinco nuevas Apple Store oficiales a Argentina, Chile, Perú y México.
Según publicó Gizmodo en Español, la primera Apple Store de Buenos Aires abrirá sus puertas en 2018. “Será la guinda del pastel para una oleada de distribuidores autorizados que abrirán otros puntos de venta este mismo año. La cadena de electrodomésticos Frávega anunció en noviembre que empezaría a comercializar productos de Apple (a excepción del iPhone)”, dio a conocer este medio.
Además de Buenos Aires, “Apple estaría en negociaciones para abrir nuevas tiendas en Guadalajara, Monterrey, Santiago de Chile y Lima”, amplía Gizmodo.
El acceso a los productos de Apple en Argentina, especialmente de los teléfonos móviles, es más que complicado. Es una de las pocas marcas que no aceptó las condiciones impuestas por el anterior Gobierno nacional sobre la obligatoriedad de ensamblar algunos de los productos de manera local para evitar las altas tasas de derechos de importación. Ver “Quieren un iPhone pero no lo pueden pagar”
Así, mientras un Samsung o un Motorola tienen un valor de marcado razonable, los iPhone, con las mismas prestaciones, cuestan más del doble y los vuelve inaccesibles.
Con la llegada del nuevo Gobierno a fines de 2015, las cosas parecen haber cambiado porque se propicia una apertura hacia el mercado externo. De hecho, esta semana se quitaron todos los aranceles de exportación para productos informáticos (tanto PC como telefonía).
Igualmente, hay que tener en cuenta que por estos meses Argentina sufre una fuerte escalada en los precios, lo que ha generado una gran retracción del consumo. La combinación es mala para la llegada de nuevas inversiones: precio alto y falta de dinero en los bolsillos.
