Conforme iba avanzando, a lomo de un asno, la gente tapizaba el camino con sus mantos de propaganda de la 4T, y cuando ya estaba cerca la bajada del monte del Zócalo, la multitud de discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a AMLO a gritos por todos las becas que ha brindado… así será o, quizá, así imaginan en Palacio el gran día de la de la Consulta de Revocación de Mandato que coincide –histriónicamente– con el Domingo de Ramos. Es un ejercicio novedoso con el que el Presidente buscará mostrar su músculo político y, con ello, ratificar y legitimar su permanencia (de cualquier manera así sería) en la Presidencia de la República.

Las huestes en Morena, mismas que se encargaron de hacer pintas, colocar mantas y espectaculares, a cambio de 7 mil pesos al mes, ya están preparadas a nivel local  para invitar y, si es necesario, movilizar a los “convencidos” de la continuidad del Presidente. 

En la Ciudad de México incluso los “becarios” de Pilares y Ponte Pila son “utilizados” para convencer a más y más personas para participar en el “ejercicio democrático”, recordando en sus visitas las bondades de la 4T y el “riesgo que implica que el presidente no continúe en sus funciones”. Algo así como una amenaza velada con carita sonriente y ropa guinda.

Así, el domingo 3 de abril fueron citados todos en sus casillas para hacer un simulacro de participación en el que los morenistas calcularon la asistencia sección por sección electoral. Todo funciona como una red: los coordinadores tienen a su cargo a decenas de personas quienes hacen las visitas y tienen que reportar cada día números exponenciales. 

En las comidas mis allegados piensan que nadie participará el próximo domingo, situación que dudo muchísimo. Y es que si alguien sabe movilizar en grande a la población en Andrés Manuel López Obrador y, en esta ocasión, no será la excepción. 

Es poco claro de dónde se obtuvieron los recursos para hacer los pagos a los participantes que, por supuesto, no realizan ese trabajo de manera gratuita como pretenden los morenistas hacer creer a toda la población, claro que los pagos son en efectivo para no dejar huella con operación en un edificio de la calle Abraham González. 

Todo sea porque el Presidente con aire mesiánico llegue a la tranquilidad de su Palacio cubierto por los ramos del éxito y la validez popular. 

Será un éxito para el jefe del Ejecutivo federal y se lo deberá, en parte, a la oposición que no se organizó. Por el contrario, se dividió y no logró nunca utilizar el ejercicio a su favor. El evangelio se escribirá el próximo domingo y anticipo que AMLO continuará su camino y se fortalecerá aún más en el poder.