Durante el año pasado, una de las noticias que marcó tendencia fue el anuncio de la alianza firmada entre Nestlé y Starbucks. Luego de que Nestlé pagará 7.150 millones de dólares para obtener los derechos de comercialización de los productos de la reconocida marca de café, se espera que la compañía de origen suizo, gané cerca de 2 mil millones de dólares anuales.

El primer acercamiento de los productos de esta asociación se dio a conocer el día de hoy. Desde sus redes sociales, Nestlé presentó los productos que conformaran la línea que surgió del mencionado acuerdo, la cual estará conformada por productos como grano entero, tostado y molido.

Lo que salta a la vista es la llegada de las “primeras cápsulas Starbucks”, las cuales a decir de la empresa están “desarrolladas con el mismo café y tecnología de Nespresso y NESCAFÉ Dolce Gusto Mexico, ideales para disfrutar en casa”.

Este último punto ha generado especial revuelo entre los usuarios de redes sociales, quienes aplauden la posibilidad de poder disfrutar su café favorito en cualquier lugar y preparado por ellos mismos. Para Starbucks esto podría ser un problema.

Starbucks no vende café

Aunque de manera quizá inconsciente, el cliente frecuente de Starbucks no paga por una taza de café; el precio de cada bebida y panecillo es aceptado y pagado por la experiencia que ofrece el establecimiento en sí mismo y todo lo que ahí se conjuga. La gente compra la “experiencia Starbucks”, no sólo un café firmado por la marca.

La marca de cafeterías se ha destacado por ser especialista en el diseño de experiencias, lo que de manera inmediata se ha visto reflejado en sus números de negocio.

A nivel mundial la marca, de acuerdo con sus reportes, registra más de 80 millones de clientes cada semana, lo que es igual a 3 mil 840 millones de personas atendidas cada año, números que han permitido a la cadena de cafeterías surgida en 1971, genera ingresos por más de 22 mil 390 millones de dólares (2017), de acuerdo con datos de Statista.

Contraestrategia

La llegada de las cápsulas y demás productos que prometen llevar los sabores de Starbucks al hogar, podrían afectar a la firma en sus procesos de llevar al cliente a pagar por una experiencia.

En la actualidad, los consumidores esperan conectar con sus marcas de manera directa. Las personas esperan que las firmas comerciales comuniquen su valor desde canales de comunicación mucho más cercanos y sin intermediarios.

Esto es una realidad en el mercado de consumo. Por ejemplo, según KPMG, el 45 por ciento de los distribuidores y fabricantes de bienes de consumo actualmente venden directamente a los clientes, mientras que otro 10 por ciento tiene planes de hacerlo a más tardar en 2018.

A lo largo de su historia, el cumplimiento de esta exigencia fue uno de los grandes diferenciales de  Starbucks, el cual la mantuvo en la preferencia del consumidor. Al ser comercializada por Nestlé esta ventaja puede perderse; ahora el foco podría centrarse en vender más, antes que ofrecer mayor experiencia al mercado.