Isabel II de Inglaterra le confió el gobierno a Liz Truss en una breve ceremonia en el Palacio del Balmoral hace apena 45 dĆas, ahora de manera sĆŗbita, podrĆa quedar desempleada debido al retiro de la mayor parte de su rebaja de impuestos elevando del 19 al 25% la tasa impositiva a las empresas. De la misma manera, sacrificó polĆticamente hablando, a su mejor aliado ahora exministro de hacienda, kwasi Kwarteng.
La lección que nos deja el presente anĆ”lisis toca los Ć”ngulos del cabildeo, la comunicación asertiva y del campo de las polĆticas pĆŗblicas que, ante un descompuesto contexto geopolĆtico, agravó el arranque de Liz Truss como cabeza del gobierno inglĆ©s y del partido conservador.
Analicemos los tres vectores:
1. Ante el giro de su polĆtica fiscal que se fundamenta en una disminución de impuestos, Truss decidió elevar los mismos en una mala decisión que se conecta con el sacrificio de su ministro de hacienda dentro de un desaseado cabildeo con la oposición para tratar de ganar tiempo. En polĆtica debe sacarse el ajedrez para meditar cada jugada, pues se requiere precisión en las negociaciones para no dejar ningĆŗn cabo suelto.
2. Al comparecer ante los medios de comunicación, la primera ministra lo hizo nerviosa, con imprecisiones y como una vocera poco experimentada, que, en lugar de tranquilizar a los mercados y a sus propios partidarios, sembró serias dudas que abren de manera no oficial el debate sobre si debe seguir o no en el cargo.
3. En cuanto al diseƱo de polĆticas pĆŗblicas podemos afirmar aquĆ estimados lectores de merca2.0, que la base para una buena implementación de las mismas estriba en la necesidad que cubra para el ciudadano; por supuesto, una promesa de ajustes en los impuestos tiene un gran valor, pero al momento de conocerse que no serĆ” asĆ, provoca desĆ”nimo en el ciudadano y una terrible pĆ©rdida de confianza entre los tories, el partido de Liz Truss
De modo que el flamante gabinete inglés pasa por su primera crisis, misma que se agravó con la renuncia de la ministra del interior, Suela Braverman que pone aún mÔs inquietos a los mercados internacionales y a sus tradicionales aliados que encabeza los Estados Unidos.
La tormenta que provocó la reforma fiscal de la polĆtica conservadora fue de tal magnitud, que el banco central tuvo que salir a dar la cara haciendo compras masivas de deuda para evitar que los fondos de pensiones pudieran perderse.
El plan inicial presentado en septiembre desplomó la libra esterlina frente al dólar y disparó el costo de la deuda de largo plazo de la isla britÔnica.
En tanto, la primera ministra estÔ determinada a seguir adelante con su encargo cumpliendo las promesas que realizó para convertir al Reino Unido en una nación mÔs próspera, pero el camino ahora es cuesta arriba.
ĀæSobrevivirĆ” a la crisis Liz Truss?… Mucho dependerĆ” del apoyo de su partido y del funcionamiento del nuevo plan.
Nos encontraremos mƔs adelante.