Ello provocó que el mundo se volcara al comercio electrónico y empresas de mensajería como DHL, crecieron de manera notable gracias a este fenómeno.
Pero eso tampoco reparó completamente la situación, ya que eso no sustituye la dinámica de interactuar con el producto o con el vendedor. La tecnología, como lo ha hecho en muchos otros aspectos de nuestras vidas, trató de remediar esas deficiencias. ¿El resultado? LiveShopping, compras en vivo: una nueva tendencia que tiene como objetivo ganar a los clientes cuando están todavía en el umbral de las compras en línea, ofreciendo una mejor experiencia.
LiveShopping es la práctica de compra en línea que asocia las capacidades de un video livestream con las de una tienda digital tradicional. Con solo 5 años de existencia, es ya una fuerza en los mercados asiáticos. En China, por ejemplo, ha alcanzado más de 700 millones usd en ventas durante el 2020 y se espera que esta cifra siga creciendo. Los mercados europeos y latinoamericanos apenas lo están adoptando.
LiveShopping es una modalidad, donde las personas acceden a un video en vivo que está conectado a una tienda digital, lo que les permite comunicarse con los vendedores y resolver cualquier duda sobre los productos en tiempo real, además de tener una experiencia de compra tan transparente como cualquier otra de comercio electrónico.
Apareció por primera vez en China en 2016 con Taobao y Live de Alibaba, y desde entonces ha ganado simpatizantes en todo el mundo y mucho de ello se debe a que los clientes finales pueden comprometerse con las marcas debido al trato que esta función puede ofrecer.
En el mundo -tanto los clientes como los minoristas-, han estado tomando nota de lo que sucedió en China. De hecho, casi el 25% de los adultos fuera de China (en su mayoría generación Z y Millenials) buscan descubrir nuevos productos a través de un evento de Livestream. Marcas como Tommy Hilfiger y Walmart ya han adoptado esta tendencia, por no mencionar a los gigantes como Facebook y Amazon. McKinsey predice que las ventas de compras en la modalidad de LiveShopping podrían representar hasta un 10-20% de todas las transacciones de comercio electrónico global para 2026.
Su éxito es parcialmente una consecuencia de ofrecer el primer catálogo verdaderamente dinámico, lo que permite a los clientes observar mejor un producto de la misma manera que lo harían si lo tuvieran enfrente y con la facultad de resolver dudas sobre su calidad, tamaño y apariencia. También imita la relación uno-a-uno que puede establecerse con un vendedor en una tienda física, lo que la añade a la marca confiabilidad.
Pero ¿por qué el LiveShopping es el futuro del e-commerce? Primero, por su familiaridad. Tiene una gran ventaja sobre el comercio electrónico tradicional: el hecho de que habita donde los futuros compradores tienden a gravitar. Hoy en día, esos compradores están dedicando la mayor parte de su tiempo a YouTube, Twitch, Tiktok e Instagram Reel; se estima que pasan más de 3 horas viendo videos en línea, por lo que ya están acostumbrados a consumir un tipo de contenido diferente al que encuentran en un sitio web tradicional.
LiveShopping aprovecha este nuevo hábito de consumo. Tal vez es por eso que puede generar entre el 500% y el 600% de la tasa de conversión en comparación con el comercio electrónico tradicional, así como mayor número de sesiones promedio.
El futuro del LiveShopping se basa también en la atención personal. Las ventas por un sitio web suelen ser muy frías. En este caso, el cliente interactúa con un agente de ventas. Esta atención personal también impacta en que el comprador salga con su carrito lleno de productos.
El LiveShopping está destinado a ser en un futuro cercano, una herramienta poderosa tanto en América Latina y Europa, que atraerá nuevos perfiles de clientes y creará empleos especializados. La tecnología y las audiencias potenciales parecen estar preparadas para esta revolución, y solo falta que entren a escena, las empresas dispuestas a convertirse en tendencia en esta plataforma de comercio electrónico.
