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Reforma a Ley Minera se legisló rápidamente en comisiones del Senado y pronto será votada en el Pleno.
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Aprobación nacionalizaría el mineral y prohibiría cualquier explotación sin concesión del Gobierno mexicano.
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Son 18 entidades las potenciales para extraer el recurso natural y posteriormente llevarlo a cadenas de producción.
Aunque todavía falta el aval del Senado de la República para que sea oficial, la reforma a la Ley Minera dio un paso más hacia la nacionalización del litio y su búsqueda porque el mineral sea considerado patrimonio de valor estratégico y pueda ser explotado sólo por México como el “oro nacional” de un sinfín de cadenas de producción en los sectores tecnológico y automotriz.
Luego del fracaso de la reforma eléctrica en el Congreso, esta es la nueva apuesta del Gobierno federal para evitar concesiones “beneficiosas” y crear una empresa pública descentralizada que dependa directamente de la Secretaría de Economía, con apoyo del Servicio Geológico Mexicano para identificar las “zonas de reserva minera” donde se pueda explotar el mineral.
“Se reconoce que el litio es patrimonio de la Nación y su exploración, explotación y aprovechamiento se reserva para beneficio exclusivo del pueblo de México; garantizando un desarrollo nacional y la protección al medio ambiente“, se lee en la iniciativa de Ley.
De aprobarse en el pleno de la cámara alta, la nueva disposición de Ley aplicaría en sincronía con el Artículo 27 de la Constitución Mexicana, el cual sostiene que corresponde a la Nación todo dominio de recursos naturales o sustancias de los cuales se extraigan metales o metaloides que puedan ser explotados en la industria.
En la actualidad, la utilización de los productos derivados del litio son diversos, centrándose en su mayoría en las baterías para electrodomésticos y autos; en las industrias de aluminio, vidrio y cerámica; sistemas de aire acondicionado; grasas y lubricantes; caucho sintético y el mercado de fármacos.
No obstante, aunque la Carta Magna ya contempla la propiedad del Estado en yacimientos mineros de relevancia –donde la explotación subterránea deriva en piedras preciosas, minerales, combustibles, etc.–, ahora la explotación de recursos sólo podría realizarse mediante concesiones que otorgaría el Gobierno federal y el Ejecutivo federal, de acuerdo con las reglas y condiciones que se establezcan la Ley reformada.
México se ubica en el décimo lugar de entre 23 países países con reservas de litio en certificación, lo que quiere decir que se tiene un 2 por ciento de este mineral.
De acuerdo con el Centro Estadístico Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés), todos los proyectos en el país para la explotación del litio se encuentran todavía en fases exploratorias, aunque la mina de Sonora es la más avanzada.
Si bien se ha generado mucha expectativa sobre las posibilidades del litio en México, aun no tenemos la certeza de que haya este mineral en México en la cantidad suficiente para ser económicamente rentable”, había mencionado en su momento José Jaime Gutiérrez Núñez, presidente de la Cámara Minera de México (Camimex).
Esto, ya que los estudios en diferentes pozos perforados sólo habían encontrado calidad de alrededor de 0.348 por ciento de litio, casi el doble del contenido encontrado en Chile.
Asimismo, el experto se había sumado a otros investigadores al argumento de que no se puede afirmar que existan yacimientos viables en territorio nacional que puedan asegurar una producción con la tecnología que se cuenta en México en la actualidad.
¿Reserva nacional de litio?
Además de Sonora –considerada “el proyecto minero de litio con mayores reservas probadas a nivel mundial, con 243.8 millones de toneladas”, según la revista Mining Technology– otras 17 entidades de México manifiestan yacimientos de litio en su territorio, según datos del Servicio Geológico Mexicano; no obstante, si se comprobara que estas son zonas de explotación viable, algunas regiones se podrían ver afectadas en caso de que se nacionalice el mineral de forma industrializada.
Entre las regiones focalizadas se encuentran: Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas.
En el reciente estudio “Rompeviento” de la investigadora Violeta Núñez Rodríguez se establece que los 18 estados tienen repartidas 82 localidades con evidencia geológica de presencia de litio; mientras que México no figura a nivel mundial como un país exportador.
Y es que las tapas de exploración de un proyecto de litio pueden tardar hasta 20 años. Según el estudio de factibilidad del 2018, para un área de 100 mil hectáreas, las inversiones que se requieren son de alrededor de 800 millones de dólares en dos fases, dejando un costo de 4 mil dólares por tonelada de litio.
Estas cifras comparando con Bacanora Lithium, la empresa que tiene la concesión para explorar otros materiales en la mina de Bacadéhuachi, Sonora.
En la actualidad, una tonelada de carbonato de litio se vende en más de 1.5 millones de pesos, según datos de Trading Economics.
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