En medio del inicio de El Fin Irresistible de Walmart y el día a día de la agencia, acabo de leer un artículo dentro del mismo portal de Merca2.0, escrito por Pablo Petovel, respecto del uso actual de LinkedIn y cómo el público comienza a saturarse de los miles de mensajes que empiezan a llegar para prospectar clientes.
No solo eso, también la forma en que se ha convertido, desagradablemente, en una especie de Tinder, sin que haya consentimiento de las personas involucradas. En este sentido, ¿LinkedIn aún representa el espíritu de la red social de negocios?
Hay un dato que casi nadie sabe y/o habla acerca de LinkedIn y es que es la red social más longeva en la actualidad, pues se fundó en el año 2003.
A su vez, también es la que menos cambios -en general- ha sufrido. Al menos en el espectro de redes que siguen con vida, como Facebook, nacida por allá del 2006. MySpace, quien era el rey en ese entonces, ya no existe. Twitter (ahora X), ha cambiado mucho y, en la actualidad, todo el contenido está focalizado en formatos de videos cortos en Meta, YouTube y por supuesto, TikTok.
LinkedIn tampoco ha sido la excepción: cada vez son más comunes ver TikToks subidos en esta plataforma.
Creo que hasta hace algunos años, todavía se conservaba una interfaz más ad-hoc para los negocios. Más libre de tanto spam, a eso me refiero. Hoy en día es un compendio de contenido reciclado de otras redes.
En la última semana, he visto al menos dos veces la misma historia viral que alguna vez vi en X sobre negocios. Creo que poco a poco ha envejecido junto con sus usuarios.
Además de ello, en el caso de México, es un mercado muy cerrado. Desde hace algunos años, veo la misma cantidad de usuarios en nuestro país, con apenas 10 millones. Y casi todo se centra en Ciudad de México, Monterrey un poco más y Guadalajara un poco menos.
Ahora mismo que escribo esto me pongo a pensar si realmente no hay una oportunidad por crear una nueva red social de profesionales, en aras a que LinkedIn se ha mantenido tan igual a través de los años.
Quizás lo que le falta a LinkedIn es el nacimiento de una red social como ClubHouse que tuvo un auge importante durante el año 2021, pero que duró poco.
Hoy casi nadie la recuerda, pero su interfaz fue tan innovadora que ahora es utilizada por otras redes, particularmente X. Probablemente es lo que falta para hacer una renovación tanto a nivel de interfaz como a nivel del acercamiento de los usuarios que mandan spam.
Tampoco me mal entiendan, LinkedIn es un gran canal dentro del ecosistema digital que, bien utilizado por una marca, da resultados en cuanto a ROI altísimo vs otras redes.
La capacidad a nivel estratégica de segmentación no existe en alguna otra red social y, con todo lo no tan positivo, puede ayudar a conectar gente que normalmente no te encontrarías afuera de tu oficina. Pero si vemos las estadísticas de crecimiento de los últimos años, no se compara con Threads Instagram o TikTok.
En ese sentido, tampoco los más jóvenes están en LinkedIn. Creo que es un paso que se niega la Gen Z, aún sabiendo que es “necesario” para su desarrollo profesional (alguna vez escuché, dicho sea de paso, que LinkedIn era un Facebook, pero de los más old).
Creo que el punto no es que se haya perdido el espíritu de la red social como creadora de oportunidades profesionales para sus usuarios, aún veo publicaciones muy valiosas de colega, y veo también muchas oportunidades para quienes navegan y están al día en esa red social.
Quizás lo único que ha pasado, continuando el diálogo con el artículo de Pablo, es que los usuarios han hecho que muchos se vayan retirando de ahí.
Quizás lo único que se necesita son filtros más agresivos en contra del spam y crear nuevas oportunidades, así como funciones para las personas que están tratando de contactar a posibles clientes y/o filtros de seguridad para prevenir el acoso.
Lo interesante también será ver, en un ejercicio como los que a veces realizo en esta columna, es cuánto tiempo de vida le queda a LinkedIn como red social o será que hacia el 2050 se convierta en la red más longeva y viva de todas.
Ya nos tocará verlo o no.