El solo nombre de la actriz Lindsay Lohan ha generado 2 millones 691 mil 455 impresiones en las últimas horas en Twitter, de acuerdo con Tweet Reach. Y es que su caso muestra, primero, el poder de las redes sociales y segundo, una estrategia de personal branding.
Las redes sociales y la información falsa van de la mano en la mayoría de los casos, al menos en este, se trata de información no confirmada, pero basada en que Lindsay Lohan borró todas sus provocadoras fotos de Instagram y actualizó su biografía con las palabras “Alaikum Salam”.
El Islam no permite a las mujeres mostrar su cuerpo como lo hacía la también cantante a la menor provocación en sus redes sociales, se cree que las borró por eso. Además, el saludo publicado en su perfil es usual entre los musulmanes.
La teoría se refuerza al recordar que la actriz se había mostrado previamente con el Corán (el libro sagrado de los musulmanes) en las manos de Lindsay y en su participación como voluntaria en causas sociales en Turquía, en donde estaba aprendiendo árabe y llamó a Dubai como su hogar.
Sin embargo, al entrar a su cuenta oficial de Facebook, las imágenes siguen intactas y en Twitter su perfil oficial parece tener algún tipo de problema, ya que no carga adecuadamente, lo que lleva a la segunda teoría, que ha sido hackeada.
Lo relevante es la reacción que ha generado el supuesto cambio de la estadounidense, quien bien podría tomar el cambio de religión como una estrategia que suma a su marca personal, ya que sus escándalos la han llevado al declive, por lo menos como embajadora de marca.
Con el giro en su carrera ha retomado la atención mediática y podría aprovecharla para dar un segundo aire a su relación con las marcas, ahora relacionado con el marketing social, como últimamente se la ha visto, luego de sus apariciones en Turquía.
Aunque hay que mencionar el caso de Janet Jackson, quien fue criticada por sacrificar un animal debido al nacimiento de su hijo, al profesar ahora la religión musulmana, como su esposo, Wissam Al Mana, según Radar Online.
