La diferencia con la principal marca de servicios de traslados en el mundo es que funciona prácticamente a la inversa, pues en lugar de rentar un servicio de auto, rentará conductores profesionales.
Está claro que uno de los modelos de negocio que la economía colaborativa puso muy de moda y que han hecho popular compañías como Uber, Lyft y Cabify, son los servicios de traslados, lo que ha motivado a que algunas marcas automotrices busquen ofrecer servicios similares, pero con modelos propios.
Hoy, la marca de autos de lujo Lincoln quiere incursionar con un servicio on demand, la diferencia es que en lugar de autos ofrecerá conductores profesionales.
Se trata de Lincoln Chauffeur, diseñado para ofrecer a dueños de vehículos de la marca de lujo (propiedad de Ford), la posibilidad de solicitar un conductor, con el objetivo de ofrecer una experiencia personalizada, tipo VIP.
La idea es que un chofer, que en realidad es empleado de Lincoln y no un servicio de terceros, conduzca los vehículo al destino del dueño y dejarlo ahí o regresarlo a otro punto -como su casa- para que el auto pueda recibir otros usos o evitar hacer gastos extra, como el estacionamiento cuando se viaja al aeropuerto.
Lincoln Chauffeur estará en una prueba piloto en Miami, y tendrá un costo de 30 dólares por hora, pero, según reporta Autoblog, la automotriz busca llevarlo a San Diego y, si funciona y tiene aceptación por parte de sus clientes, contemplaría implementarlo en otros mercados.
Este servicio busca ofrecer una experiencia personalizada en servicios de traslados, pero sin dejar de ser dueños un Lincoln. Realmente puede parecer excesivo, pero si se considera los clientes de esta marca están acostumbrados a ciertas comodidades, viajar en Uber o Lyft puede resultar poco atractivo. Además de que esto les permite seguir usando sus autos pero con el valor agregado de que cuando lo requieran, pueden solicitar una persona de confianza y calificada (respaldada por la propia compañía) para que sean sus choferes, así pueden ir de fiesta, al aeropuerto, o a largas jornadas de trabajo y regresar a su causa en su propio vehículo.
Sin duda la irrupción de Uber, Lyft y demás compañías hace unos cuantos años, que motivó que las grandes automotrices busquen apostar por este tipo de servicios y desarrollen modelos de negocio similares. Ya conocimos como otra marca de lujo lo intenta, ya que Audi busca adquirir Silvercar, enfocada a la renta de autos en aeropuertos de diversas ciudades en Estados Unidos.
O el caso de Volkswagen y Moia, un car sharing que permitirá a la compañía ofrecer a sus clientes servicios de traslados y movilidad urbana. Mientras que Toyota iniciará las pruebas de su sistema “Smart Key Box”, además está General Motors con Maven.