Cada vez son más lo dispositivos que dependen de una conexión al mundo digital por medio del WiFi (Wireless Fidelity), como las smart TV, smartphones, laptops, tabletas e incluso las computadoras de escritorio.
El internet inalámbrico se ha convertido en parte cotidiana de la vida de millones de personas; sin embargo, sin importar el ancho de banda que se tenga, generalmente decae la calidad de transmisión de datos o de conexión en medida de que aumenten los dispositivos conectados.
Aunque esto puede cambiar en el mediano plazo, ya que investigadores del Massachusetts Institute of Technology desarrollaron un método para multiplicar la velocidad de la conexión WiFi, existe una opción que cambiaría aún más la forma en que el mundo se comunica.
Esto es relevante sobre todo si se considera que Internet of Things (IofT) está llevando al siguiente nivel la demanda de conectividad, ya que ahora electrodomésticos, autos e incluso casas podrían estar conectadas al mundo digital. Esto provocará una mayor necesidad de transferencia de datos, por lo que el desarrollo de esta tecnología abre una ventana de oportunidad a compañías y establecimientos que utilizan la conexión WiFi como una estrategia para mejorar la experiencia de los clientes.
Así, la necesidad de crecer la velocidad nos lleva al LiFi (Light Fidelity), la red por infrarrojos cien veces más rápida que la mejor WiFi actual.
Como toda tecnología reciente, tiene puntos a perfeccionar, en este caso era que se necesitaba tener una luz encendida para que hubiera conexión. El obstáculo que Joanne Oh, de la Universidad de Eindhoven, ha eliminado.
Su solución consiste en un sistema LiFi basado en infrarrojos, una especie de sistema morse avanzado, en el que una luz LED envía datos parpadeando a gran velocidad, una que resulta imperceptible para el ser humano.
Como esta en fase de prueba, podría ser que no sea cien veces más veloz, pero con que resulte 50 por ciento más veloz es un gran avance tecnológico.
Lo mejor de todo, es que se trata de una posibilidad cada vez más próxima, al punto de que estará preparada para comercialización en cinco años.
Es decir, en cinco años llegaría para competir con el WiFi e incluso erradicarlo y las empresas, podrían hacer uso de tal tecnología en sus negocios, beneficiando en mayor medida a los consumidores.