El liderazgo laissez-faire permite a una empresa ser autogestiva y desarrollar líderes natos.

Es una buena táctica para que cada uno encuentre su propio espacio en el grupo de trabajo.

Otorga el poder a las diferentes partes y no a una sola de ellas.

El liderazgo laissez-faire (término francés que se refiere a ‘dejar hacer’) practica el postulado de que el líder interviene la menor cantidad de ocasiones en los procesos y solo cuando lo amerita. Es una tendencia donde el colaborador, a su vez, actúa sin necesidad de ser vigilado porque está lo suficientemente motivado y capacitado para ejercer sus tareas con la mínima supervisión. El origen de la frase tiene una historia muy curiosa que se remonta a la Francia del siglo XVIII.

Es una tendencia moderna que deja de lado aquel liderazgo autoritario para abrirse a nuevas posibilidades de que el colaborador sea quien se gestione de manera propia. Este tipo de liderazgo es conveniente aplicarlo en tu empresa debido a varias razones.

Tu colaboradores se sentirán más inspirados. Con el liderazgo laissez-faire implementado en tu grupo de trabajo llevarás a tus colaboradores no solo a que trabajen sin tanta presión sino que también los llevarás a sentirse más motivados e inspirados para hallar nuevas formas de trabajo. Al sentirse con la confianza de que los respaldas a distancia, ellos a cambio se entregarán a corresponder con modelos de desarrollo que te sorprenderán más de una vez.

Hay más libertad creativa. De esa manera llevarás a tu equipo a que su trabajo se base más en la inspiración y la originalidad en vez de seguir órdenes precisas y rígidas. El trabajo en automático no es la mejor de las formas para incentivar a tu equipo a sentirse realizados. El liderazgo laissez-faire es una buena táctica para que cada uno encuentre su propio espacio en el grupo de trabajo y su manera de desarrollar habilidades, pues los llevas a tomar decisiones propias.

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Te dará más oportunidad de dedicar tiempo a otros proyectos. El liderazgo laissez-faire te permite delegar y enfocarte en otras actividades en caso de que tengas la posibilidad de desarrollar otros proyectos que tengas en mente desde hace tiempo. Esto no quiere decir que te olvides de tu responsabilidad al frente de tu equipo, por supuesto.

Desarrollas la capacidad de intervenir solo en lo importante. El líder laissez-faire tiene el gran don de intervenir solo en decisiones realmente trascendentales y cuando su equipo de trabajo requiere realmente de su presencia. De esa manera tu papel no es el de un vigilante y controlador sino el de un experto que toma acción en situaciones que pueden cambiar el futuro de tu empresa en muchos sentidos.

Creas un ambiente sano y autogestivo. Trabajar en un ambiente sano implica no solo que tus colaboradores se sientan felices, sino que desarrollen competencias de liderazgo para autogestionar sus proyectos. De esa manera tienen la responsabilidad de contribuir a que el peso de la empresa recaiga en varios hombros y no solo en los tuyos. Esto es realmente lo que significa trabajar en equipo: otorgar el poder a las diferentes partes y no a una sola de ellas.

Te facilitará desarrollar líderes que obtengan promociones. A veces elegir al personal adecuado para ocupar ciertos puestos llegar a ser un tema de debate e incluso desgastante. Pero las características del liderazgo laissez-faire tienen la capacidad de desarrollar a esos líderes que en un futuro serán las fuerzas motoras que tu empresa necesite para seguir adelante. Apostar por el desarrollo de personal capacitado es un bien que toda empresa requiere para seguir vigente en ámbito al que pertenezca.