Corea del Sur.- Un televisor que apenas tiene el grosor de una hoja gruesa de papel, acaba de ser exhibido por LG el pasado el martes en su sede central de Corea del Sur. Se trata de una pantalla OLED de 55 pulgadas, con 1.9 kilogramos de peso y cuyo grosor es menor a 1 milímetro. Para más datos, este televisor cuenta con una capa magnética que le permite pegarse a la pared.
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La presentación de esta innovación (que ya está a la venta) ha sido una muestra de los planes en los que la empresa se enfoca en la actualidad con la tecnología OLED. Lo que según el director de la unidad de OLED de LG Display, Sang-Deog Yeo, se trata de tecnología de vanguardia, tanto para la empresa como para el sector al completo.
Muchos conocedores señalan que OLED representa es el siguiente paso, y que se basa en añadir una capa de compuesto orgánico que permite, tanto la existencia de pantallas superdelgadas, como de paneles curvos.
A esto se suma que el material orgánico también emite su propia luz, por lo que no es necesaria la retroiluminación. Con estas características OLED se convertiría en una opción para cualquier dispositivo que incluya una pantalla, además de posibles aplicaciones en el vestir.
Por ahora los costes de producción de esta tecnología son muy elevados, pues se calcula que en estos momentos un televisor OLED de LG de 65 pulgadas, tiene un coste de US$9.000, pero eso no ha sido impedimento para que la empresa se enorgullezca de ser la primera en producir de forma masiva esta tecnología.
Y aunque los precios serán caros, para la gran mayoría, LG Display prevé vender 600.000 pantallas OLED en 2015 y 1,5 millones el próximo año. Aunque se espera que sea en más de 5 años cuando este sistema de pantallas alcance su omnipresencia entre los consumidores.
