Esta semana ocurrió un hecho histórico en la industria tecnológica: LG dejará de vender teléfonos inteligentes. El hecho va mucho más allá que un simple anuncio de la compañía surcoreana. El trasfondo es mucho más interesante: la telefonía celular ya no es del interés de las grandes tecnológicas. 

Si analizamos los ingresos y los 256 millones de smartphones que vendió Samsung el año pasado, seguramente dirán que es una locura lo que estoy diciendo, pero recordemos que la industria tecnológica se mueve con parámetros diferentes. A diferencia de otros ramos, las tecnológicas dependen absolutamente de su brazo de investigación y desarrollo, que nada tiene que ver con el área de ventas. Quizás hoy la gente compre celulares como pan caliente, pero en 10 años puede que no sea así. Y las compañías del sector deben estar preparadas ante ese cambio de hábitos de consumo. 

Es por ello que el anuncio de LG también vino acompañado de un nuevo enfoque de negocios. De acuerdo con el comunicado que difundió la empresa, LG se centrará en el desarrollo de tres tipos de tecnología: la conectividad 6G, la inteligencia artificial y la fabricación de componentes para autos eléctricos. 

La compañía con sede en Seúl quiere ir dos pasos adelante que sus competidores. Decide retirarse del mercado de los smartphones para sumar esfuerzos en otras tecnologías que quizás para usted o para mí aún suenan muy lejanas (o muy caras), pero si algo nos ha enseñado esta industria es que las innovaciones son cada vez más efímeras: lo que hoy es un avance, mañana ya no lo es y pasado mañana es un paso atrás. Nunca antes la humanidad había avanzado a pasos tan agigantados. Al menos en cuanto a tecnología se refiere. 

También es cierto que LG fue superada por su competencia. Desde hace unos tres años los equipos más sofisticados son de Samsung y Apple. La surcoreana perdió alrededor de 4 mil 500 millones de dólares en seis años debido a que su área de teléfonos sólo le generaba pasivos. En el último lustro, sus celulares tuvieron serios defectos tanto en software como en hardware. Algunos expertos incluso señalaron errores en sus estrategias de comunicación y de marketing, que fueron bastante frívolas en comparación con las de Samsung o Huawei, por ejemplo. 

De acuerdo con Counterpoint, aunque LG es actualmente la tercera marca en América del Norte y la quinta en América Latina por cuota de mercado, a nivel mundial su cuota es sólo del 2%. El año pasado vendió 23 millones de teléfonos, frente a los 256 millones de Samsung. 

Queda claro que el futuro de la humanidad es la movilidad inteligente, tanto en el espacio real como en el ciberespacio, que cada vez se vuelve más importante en un contexto donde los humanos estamos cada vez más expuestos a nuevos virus o a efectos del cambio climático. LG quiere estar lista para esa nueva realidad. 

Eso sí, los sucoreanos siguen siendo fieles a su línea tradicional de electrodomésticos, que le representan al menos la mitad de sus ganancias totales. 

Se calcula que a finales de julio LG cierre definitivamente su rama de smartphones, así que, si tienes un LG, mejor guárdalo como un recuerdo. Quizás algún día sea una pieza de museo y te saque de un apuro económico.