La reciente publicación de la Lexicografía en Relaciones Públicas del doctor Jean Domette Nicolescu y la comunicóloga Irma Domette Cervantes, es muy oportuna en estos tiempos en que la mercadotecnia pretende apropiarse términos y conceptos a propósito de la incorporación de los medios digitales a la comunicación corporativa, bautizándolos con anglicismos muy lucidores, como el StoryTelling, o el Brand Journalism, recursos que las relaciones públicas han utilizado durante más de medio siglo.
La mancuerna profesional de los Domette, también autora del Diccionario de Mercadotecnia, decidió crear una necesaria lexicografía de términos empleados en Relaciones Públicas, que permite a los estudiantes y profesionales de la comunicación distinguir el significado de los conceptos utilizados cotidianamente en estas disciplinas con el fin de evitar confusiones semánticas.
En la actualidad, el término lexicografía alude a la rama de la Lingüística que se encarga de la elaboración de diccionarios y del estudio de este tipo de obras en cuanto a su historia, tipología y métodos. La lexicografía moderna conlleva, por tanto, una práctica y una teoría lingüísticas relacionadas, en última instancia, con las palabras.
Desde su vertiente práctica, el cometido de la lexicografía es la producción de obras en las que se refleje, esencialmente, la estructura, funcionamiento y significado de las palabras. Reflexiona sobre la naturaleza del diccionario y las características del método empleado para su producción, procurando aportar los fundamentos para que esa entidad que tradicionalmente conocemos como diccionario describa clara y fidedignamente la estructura de la lengua en cuanto su constituyente léxico. El trabajo lexicográfico, considerado durante muchos años un arte o un oficio, comienza a ocupar un espacio dentro de la Lingüística.
En la actualidad, la bibliografía en torno a la teoría y la práctica lexicográficas es sumamente amplia, y, como es propio de la lingüística moderna, se aprecia en muchos estudios lexicográficos una acentuada tendencia hacia la interdisciplinariedad.
Hablar de lexicografía implica hablar de diccionarios, y uno de los primeros aspectos que fueron abordados por la lexicografía teórica fue la clasificación de estas obras. Distintos autores han propuesto los criterios para establecer una tipología de los diccionarios, el primero en hacerlo de manera sistemática fue el lingüista ruso Lev Vladimirovi. En la actualidad existen diferentes clases de diccionarios, entre ellas el diccionario de especialidad, a la cual pertenece la aportación de Jean e Irma Domette.
El doctor Domette, nacido en la ciudad rumana de Bucarest, de padres y nacionalidad francesa, es considerado un pionero en la profesionalización de la comunicación, de la mercadotecnia y de las Relaciones Públicas en México. Siempre ha defendido el ejercicio de la práctica en Relaciones Públicas, su análisis crítico y el sustento teórico de las metodologías que se van conformando en la disciplina. A lo largo de su trayectoria profesional, ha desarrollado nuevos conceptos sobre la especialidad como docente y como evangelizador de empresarios escépticos. Publicista, académico y relacionista de muchos años, figura entre los fundadores de la Academia Nacional de Relaciones Públicas y de la Academia Mexicana de la Comunicación.
Irma Domette, comunicóloga egresada de la Ciencias de la Universidad Anáhuac y maestra en Administración por el Instituto de Estudios Universitarios A.C., con gran trayectoria en la docencia, imparte cátedra en la Maestría en Mercadotecnia y Comunicación Estratégica.
Lexicografía de Relaciones Públicas se publica luego de que en las últimas décadas la emergencia de las tecnologías digitales en la vida cotidiana de las personas ha implicado diversidad de prácticas y también el cambio del concepto de conocimiento. La sociedad de la información es el marco de estas emergencias y, como tal, de nuevas comprensiones acerca de las posibilidades productivas que aquéllas abren.
Con el advenimiento de la Internet a la comunicación corporativa y la interacción directa entre emisor y receptores, surgió también la confusión sobre quién debería dirigirse a las audiencias para comunicarse con ellas según los propósitos de la comunicación. Los mercadólogos han invadido terrenos de los relacionistas rebautizando las acciones que estos últimos han desempeñado durante más de medio siglo, con el propósito de presentarlas como innovaciones.
Jean e Irma Domette, con su Lexicografía, ponen las cosas en su lugar y describen en este libro, acertadamente, los diferentes términos usados en la práctica de las Relaciones Públicas y con ello contribuyen para desenmascarar a los mercadólogos disfrazados de innovadores.
Es una obra que no tiene desperdicio y contribuye para que se comprenda mejor la terminología empleada en Relaciones Públicas y para deslindar esta disciplina de otras afines y conexas. Sin duda llena un importante hueco en la teoría de la comunicación.