La región de Cataluña, debe estar viendo este caso, especialmente deportivo, con mucho cuidado, toda vez que el argentino, que llegara a los trece años a la ciudad condal, ha decidido marcharse del club después de 20 años donde lo ha ganado todo.
Barcelona es una marca-ciudad y esta salida le representa una gran pérdida económica a su sector turístico que tiene en el club blaugrana, una de sus atracciones más importantes.
Messi, catalogado el mejor del mundo, ha alzado como capitán, todas las copas excepto la del mundo con Argentina y tal vez, esta sea la motivación para seguir jugando a sus 33 años y completar así su legado.
Analicemos el caso:
Similar a esta bomba mediática está el de otras grandes estrellas del soccer, entre las que encontramos al legendario Pelé, Franz Beckenbauer, Johan Cruyff, Maradona y Di Stéfano, hombres marca que fueron de sus equipos, reales embajadores globales.
Messi parecía destinado a ser un jugador franquicia, es decir, de un solo club y que a su retiro fungiría como directivo, pero ha podido más la pérdida de su sentido de pertenencia y un mal cabildeo del presidente, que la marca millonaria que encarna.
¿Qué representa la partida de este mítico jugador?
El Barcelona como equipo vale 1.4 billones de euros y la salida lo reduce.
La pérdida de ingresos por la venta de playeras del mítico 10, se caería.
Posible pérdida de patrocinios: Rakuten, 55 millones de euros anuales y Beko, 19 millones de euros.
La posibilidad de no ingresar al multimillonario mercado chino en donde Messi es muy respetado.
Los ingresos por concepto de televisión se reducirían.
La Hacienda Catalana dejaría de recibir 50 millones de euros anuales por concepto del pago de impuestos del jugador.
No solo pierde valor el equipo sino la liga completa.
El Banco Santander, principal patrocinador de esta importante liga, se pensaría el nivel de apoyo hacia la misma al no contar con su principal figura.
Es indudable que el Presidente del club, Josep María Bartomeu, ha medido mal esta situación y no es consciente de que pasaría a la historia como el directivo que perdió al mejor jugador del mundo solo por dejar de lado el sentido común y la diplomacia.
Bartomeu, debe rendir buenas cuentas a los más 153, 458 socios del club que perderían a la joya de su corona y le instan a realizar un buen acuerdo.
¿Cómo lograrlo con los ojos del mundo analizando el tema?, ¿cuáles son las claves de este cabildeo?
El padre y representante del jugador, Jorge Messi y sus abogados, desean hacer válida una cláusula de fin de año en su contrato que le permitiría prácticamente irse gratis, y la directiva dice que puede irse siempre y cuando, se paguen 700 millones de penalización.
Los argumentos que no dejan de ser un intercambio de información centrado en un desacuerdo declarado, deben colocarse en la mesa buscando lo que realmente está oculto en la negociación y obtener un acuerdo ganar- ganar.
Lo rescatable de toda esta negociación es que ha venido a refrescar la red mediática del mundo y darnos un respiro para conversar al menos de cosas que son más afines a comunicadores y mercadólogos.
Con la salida de Leo Messi del equipo Barcelona se acaba una era blaugrana.
Nos encontraremos más adelante.
