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De acuerdo con los Institutos de Salud de Estados Unidos (NIH), 85 por ciento de la población mayor de 18 años ha probado alcohol alguna vez
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Más de la mitad también dijo que, en el último mes, han consumido al menos una bebida de este tipo
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Solo en ese país, anualmente se registran unas 95 mil muertas relacionadas con la ingesta de estas sustancias
Muy pronto, México podría ser mucho más similar a Estados Unidos (EEUU). Pero no en su desarrollo económico, sino en la edad legal para beber alcohol. De acuerdo con El Financiero, un diputado de la Asociación Parlamentaria Encuentro Social, acaba de presentar una nueva iniciativa al Congreso de la Ciudad de México (CDMX). Ésta prohibiría la venta de cerveza y otras bebidas con efectos similares a todos los jóvenes que aún no hayan cumplido 21 años.
La iniciativa también incrementaría la edad legal de consumo y compra para derivados del tabaco tanto inhalantes como solventes. El objetivo específico es reformar la fracción I del artículo 11 y adicionar un artículo 12 BIS a la Ley de Establecimientos Mercantiles de la CDMX, que habla sobre la venta de alcohol. De acuerdo con el legislador, el diputado local Fernando Aboitiz Saro, el abuso de esta sustancia es la raíz de graves problemas para jóvenes y adultos.
Apuntó también, de acuerdo con El Financiero, que el consumo excesivo de alcohol es visto como un problema de salud pública. El legislador también citó cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018. En ella, se descubrió que la ingesta de estas bebidas incrementó de 53.9 por ciento en 2012 a 63.8 por ciento el año pasado entre la población de 20 años o más. La propuesta será analizada por la Comisión de Administración Pública Local de la CDMX.
Prohibición de alcohol, ¿una buena idea?
El consumo de cerveza y otras sustancias similares ha estado anteriormente en la mira de las autoridades. La semana pasada, de acuerdo con Milenio, se ligó la muerte de 16 personas en Honduras por el consumo de alcohol adulterado. En su momento no se había dado todavía con los responsables. Sin embargo, por el riesgo que la falsificación de la bebida haya sido más extensa de lo pensado, se decomisaron alrededor de 500 botellas en los alrededores.
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Más allá de la venta de alcohol ilícito, hay otras razones por las que se podría pensar que el elevar la edad mínima de consumo es una buena idea. Varios estudios confirman que el abuso de estas sustancias entre los jóvenes rápidamente puede llevar al desarrollo de desafíos tanto emocionales como psicológicos y de comportamiento. En el largo plazo, pueden terminar por crear individuos adultos que creen relaciones nocivas con la comunidad y su círculo cercano.
Al mismo tiempo, es evidente que esta legislación podría generar bastante resistencia de la población joven. De acuerdo con El Universal, el promedio de la población de 18 a 29 años es de 7.9 litros de alcohol al año. Incluso entre los 15 y 17 años no hay una proporción tan menor, con 5.9 litros para 2019. Ciertamente esto indica que hay un desafío importante de salud, tal y como lo apunta el diputado Aboitiz. Pero también que no será una legislación muy popular.
La relación entre México y la bebida
Podría ser todavía más difícil ahora hacer que la edad mínima de consumo de alcohol sea más alta. En mayo, se estaban registrando niveles bastante sorprendentes de ingesta de cerveza y otras bebidas. Esto, porque muchas personas estaban pasando el encierro solas, y para pasar el tiempo muchas empezaron a recurrir aumentar la ingesta. En algunas categorías y zonas del mundo, se dio un incremento de ventas en botellas de doble dígito alto frente al año pasado.
Sin embargo, hay otras formas en las que las autoridades de México han encontrado cómo penalizar a las marcas de alcohol. Por ejemplo, a inicios de septiembre pasado, Profeco lanzó una alerta contra varias marcas de licor. Esto, porque tenían más alcohol del que aseguran en sus etiquetas. Asimismo, se les reclamó por no ser transparentes al compartir su fórmula con los consumidores, lo cual podría ser visto como ua especie de engaño hacia las audiencias.