Hace algunas semanas se estrenó la 5a temporada de Cobra Kai. Una serie que, desde su llegada a Netflix, acaparó reflectores principalmente en la generación que vio la franquicia de Karate Kid. Sí, la misma donde todos le agarramos amor al señor Miyagi.
Desde que comencé a verla, hace no más de 2 años, me percaté que tiene elementos del marketing muy interesantes y, de hecho, siempre hablo de los ejemplos que se presentan en algunos de los capítulos, a manera de breves lecciones del ámbito publicitario-marketero.
Para poner en contexto breve, si aún no la has visto, básicamente la serie se ambienta a finales de los 2010’s y principios de los 2020’s. Más de 35 años de los sucesos de las películas, allá por el 85. En general, sigue la misma trama donde se quedó: la rivalidad entre Daniel Larusso, discípulo del señor Miyagi, y Johnny Lawrence, discípulo más distinguido del Dojo Cobra Kai. A este argumento básico se le agregan nuevos personajes jóvenes y, lo más importante, de una nueva generación. Esto lleva a nuevas tramas nuevas lecciones sobre el marketing y las nuevas generaciones . Voy a resumir algunas.
- La batalla entre lo offline vs lo online. En la serie hay varias luchas, no solo de Karate, sino de la vieja escuela vs la nueva escuela. El sensei Lawrence, del Dojo Cobra Kai, es un analfabeto digital. No sabe utilizar los celulares, ni una computadora, ni siquiera tiene Facebook. Él trata de dar a conocer su negocio con las vías tradicionales: con anuncios pegados en la pared y hablando con las personas 1:1. Como habrás de imaginarte: es un rotundo fracaso. Hasta que su alumno más destacado hace una página web y uno de sus videos se viraliza en redes sociales. Una vez que sucede esto, entonces su escuela se llena de estudiantes. Esta lección nos habla del poder de la publicidad digital y de la viralidad. Nos enseña que si no estás en internet y en las redes, es como si no existiera.
- La equidad de género. En las películas originales, todos los peleadores pertenecen al colectivo masculino. Los personajes femeninos, principalmente Ali Millis, aparecen fuera de todos los reflectores. 35 años más tarde, el colectivo femenino gana fuerza y entrenan junto con los hombres. Existen luchas físicas entre ambos géneros y toman un papel muy activo como peleadoras. Los escritores recuerdan que estamos en un tiempo diferente y con mayor consciencia de género.
- Si el producto es bueno, siempre llega el pez. O algo así dijeron en una lección. Básicamente lo que nos enseña es que, si un producto o servicio, siempre encontrará la forma de llegar a su público. Y si esto no sucede, entonces podemos darle una patada y encontrar otro medio. Lo mismo que con la serie. La primera temporada apareció en Youtube totalmente gratis. Fue hasta que Netflix la cobijó que fue un boom. El producto es bueno, solo tuvo que encontrar el camino adecuado.
- La moda del revival sigue vendiendo. ¿Por qué siguen apareciendo reboots y/o historias para revivir? Porque el pasado siempre fue mejor. Al menos para las generaciones X-Y. El marketing del recuerdo sigue vendiendo y seguirá vendiendo. Continúa vigente. La serie se encarga de entrelazar chistes del pasado con guiños que te despiertan ese sentimiento de cuando viste la primera zaga.
- El más cool y con mayor word of mouth vence al mejor. Cobra Kai es un producto muy cool. Los Gi (el traje karateka) se ve increíble. Pertenecer a ellos hace sentir cool a los protagonistas. Toda la ciudad los conoce primero y, por lo tanto, son los referentes de las escuelas de karate. Ellos nos enseñan una de las máximas del marketing: se le compra al más conocido, no necesariamente al mejor. Esto, junto con la publicidad boca en boca hace que el Dojo esté lleno de estudiantes. Marketing puro.
Más allá de si es buena serie o no, cumple con su cometido de entretener. Pero más allá, si sabemos verla entre líneas nos deja muchas lecciones sobre publicidad en general que siempre tomo como ejemplo para compartir en charlas con colegas y colaboradores.
Pero no deben ser las únicas, ¿qué otras has encontrado tú que sean dignas de contar?
Nos leemos la siguiente semana.