-
Aquellas empresas que tienen un buen proceso de toma de decisiones de negocio crecen en ingresos 4.5 veces más rápido que el promedio
-
También pueden proporcionarles a los accionistas e inversores un retorno 4.4 veces más alto que el resto de la industria
-
El 62 por ciento de las compañías aseguran que han mejorado estos procesos a raíz de la crisis de la pandemia
Si se puede usar una palabra para describir el 2020, sería crisis. No solo por la obvia pandemia que todavía está afectando a países en todo el mundo. También por los efectos que causó en la economía y, específicamente, los negocios. Muchos agentes solo no lograron adaptarse a los nuevos retos. Algunos más lograron superar las barreras con ayuda de las herramientas adecuadas. Pero hay una diferencia más grande entre extremos: Las decisiones de negocio.
Durante 2020, se volvió fundamental para los negocios elegir las estrategias adecuadas para poder sobrevivir. Según Forbes, la toma de decisiones de negocio estructurada fue crucial para que las empresas pudieran enfrentar un futuro incierto. Lo cierto es que estos momentos de volatilidad no terminarán hoy a las 23:59 horas. Así pues, Bain & Company señala que las marcas deben confiar en tres principios específicos para mejorar sus probabilidades de éxito:
Mejorar el seguimiento y traceabilidad de datos para las decisiones
Sin información, es prácticamente imposible conocer el entorno. Y sin este entendimiento profundo de su alrededor, los negocios no pueden tomar decisiones acertadas para el futuro. En este sentido, es crucial que las marcas mejoren y hagan más precisos sus sistemas de recolección de insights en el largo plazo. Por fortuna, con la popularización de los canales y las herramientas digitales, dicha misión está técnicamente más al alcance de todos que nunca.
Por supuesto, esto no significa que los sistemas digitales no tengan problemas a la hora de recolectar información para la toma de decisiones. Es importante que las marcas también inviertan en sistemas para filtrar los insights que no les funcionan. Y también que se puedan crear esquemas que permitan certificar la validez y el origen de estas reflexiones. Si no se llega a tomar estas medidas, se puede terminar con datos incorrectos, o irrelevantes, en el proceso.
Notas relacionadas
- ¿Quieres ser líder? ¡Necesitas saber tomar decisiones!
- ¿Qué impulsa la toma de decisiones de compra en redes sociales?
- La disciplina detrás de tomar buenas decisiones
Conectar con los expertos y recursos adecuados rápidamente
No hay duda que muchas empresas son perfectamente capaces de resolver por sí solas los problemas básicos de su negocio. Pero las decisiones estratégicas, en especial aquellas que se toman en momentos de gran disrupción o crisis, pueden no ser fáciles de abordar con el talento o equipo disponible. En este sentido, es importante que las empresas no duden y que busquen aliados estratégicos que las ayuden a virar hacia la dirección adecuada cuanto antes.
Lo anterior aplica también para el uso de tecnologías. En ocasiones, la infraestructura actual de los negocios no permite recolectar suficiente información para las mejores decisiones a futuro. Por supuesto, intentar solucionar estos desafíos con los recursos disponibles puede hacer perder tiempo valioso y poner a la empresa en una situación aún más compleja. Así que la clave está en moverse ágilmente y saber reconocer y aceptar cuándo es mejor pedir ayuda.
Tener un proceso de toma de decisiones claro
Quizá el elemento más importante es el proceso mismo de definir un camino. Todas las marcas tienen un sistema distinto. Tal vez hay negocios que prefieren tomar decisiones únicamente en la cima de la compañía. Otros más podrían creer que el mejor acercamiento es hacer una gran evaluación con todos los stakeholders, incluidos clientes, colaboradores y aliados estratégicos. Si bien hay ventajas y desventajas para cada estrategia, lo importante es que esté definida.
De nuevo, lo más importante al momento de tomar decisiones de negocio es establecer un camino hacia adelante lo antes posible. Y más importante, que una vez que se tenga un nuevo plan hacia el futuro, que se siga de forma consistente. Para eso se deben tener procesos muy bien definidos sobre quién y cómo se conciben y ejecutan estas estrategias. Sin esta claridad, se pueden tener conflictos internos que hagan más torpe el proceso en un momento crítico.