Internacional.- A comienzos de 2016, Playboy se despidió de los desnudos en sus páginas. El resultado es mucho más alentador de lo que se pensaba, con un crecimiento notable en sus ventas.
Cuando Playboy le dijo adiós a los desnudos en sus páginas, si bien era una decisión muy estudiada, muchos pensaron: “será su fin, deja de hacer justamente lo que la hacía destacar y lo que la habían convertido en un mito”.
Pero no, eso no sucedió, “la revista Playboy cumplió sus primeros meses sin desnudos en sus páginas y, sorprendentemente, su ausencia le ha hecho ganar a la publicación nuevos lectores”, publicó El País.
Es más, anunció este miércoles que tendrá su propia aplicación en iTunes y Google Play. Y su Instagram no para de crecer.
De acuerdo con datos de la Alianza de Auditoría de Medios de los Estados Unidos, la revista Playboy logró un incremento del 28,4 por ciento en sus ventas en quioscos: pasó de 36.762 ejemplares en marzo a 47.203 de media mensual desde entonces.
Sólo un dato negativo: descendió la cantidad de suscriptores.
Estos valores “se han interpretado en la revista como la consecución de una de sus metas: llegar con su giro en la línea editorial a un nuevo grupo de lectores. El anuncio de su nueva aplicación pretende introducir sus contenidos a las nuevas audiencias, más jóvenes, a través de distintas plataformas”, agrega el medio español.
El cambio fue tan notable, que en la edición de septiembre incluyó en sus páginas por primera vez a una mujer musulmana con hijab. Se trata de la periodista de Newsy, Noor Tagouri, que aparece como parte del reportaje dedicado a personas “que no temen romper las reglas”.
Una foto publicada por Noor Tagouri (@ntagouri) el
Razones del cambio
En una entrevista con CNN, Scott Flanders, director de Playboy y responsable global de las estrategias de marketing, explicaba en noviembre de 2015 que “luego de 62 años, Playboy se está volviendo a poner la ropa. Ya cumplió con su propósito. Cuando Hefner lanzó la revista en 1953, la desnudez era provocativa, pero ahora ya es algo pasado de moda”.
Según Flanders, “hay demasiado interés en la pornografía” y este tipo de cambios “en algunos casos ha sustituido la intimidad en las relaciones personales”.