Estados Unidos.- La relación en la cadena de mando de una compañía es clave para su desarrollo y progreso. Sin embargo, hay datos que no son para nada alentadores cuando se piensa en la necesidad de cierta “armonía interna”. Por ejemplo, que uno de cada cuatro trabajadores no tiene confianza en su jefe. Tres maneras de recuperala.
Según una investigación realizada en los Estados Unidos, el 25 por ciento de los empleados no tiene confianza en su inmediato superior. En efecto, por distintas razones, piensan que su jefe no es lo suficientemente confiable.
El estudio, publicado por la American Psychological Association (APA), precisa que en el 32 por ciento de los casos en que los trabajadores respondieron que no confían, sienten que su superior “no siempre es honesto” o que la información que les proporciona “no siempre es veraz”
“Esta falta de confianza debería servir como una llamada de atención a los empleadores”, afirma David Ballard, director del Centro para la Excelencia en las Organizaciones de APA, publicó el medio argentino Infobae. “La confianza juega un papel importante en el lugar de trabajo y afecta directamente al bienestar y rendimiento de los empleados”, agrega.
Ballard, en una entrevista con Harvard Business Review, enumeró las maneras de recuperar esa credibilidad perdida:
- Involucre. Los empleados deben participar más activamente en la toma de decisiones. En este punto hay que considerar: solución de problemas en grupo, equipos de trabajo autogestionados y reparto de utilidades. “No es suficiente con hacer la encuesta anual de satisfacción”, detalla. Este tipo de consultas son muy comunes en numerosas organizaciones, pero es igual de frecuente que luego no se haga nada con ellas.
- Agradezca. El reconocimiento hacia los empleados es vital. A medida que el personal cumple con los objetivos y supera expectativas, hay que asegurarse que sientan su gratitud. Este agradecimiento debe ser “monetario y no monetario, tanto formal como informal”, dice Ballard.
- Sea transparente. “Los empleadores deben apoyar la buena comunicación entre los empleados y gerentes, asegurándose de que todo el mundo está familiarizado con la misión de la organización”, dice el experto. “La comunicación ascendente es tan importante como la de arriba hacia abajo. Y no hay que olvidar que la comunicación no es solo lo que se dice, sino también, o sobretodo, cómo se dice”.
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