Buenos Aires, Argentina.- El inminente aterrizaje masivo de las aerolíneas low cost a Sudamérica está generando un interesante movimiento en los grandes jugadores del continente. La primera en reaccionar es Latam.
Latam, que nació hace unos meses de la fusión de la brasileña TAM y la chilena LAN, anunció la puesta en marcha de su nuevo modelo de viaje en rutas de cabotaje o domésticas en los seis países donde opera en la región: tarifas hasta 20% más económicas.
El modelo, que busca competir con la llegada de las low cost, se concretará en etapas a partir del primer semestre de 2017.
En un comunicado, Latam dijo que será “una nueva forma de comprar donde el pasajero elige por los servicios que quiere pagar y la incorporación de tecnologías que mejorarán la experiencia de viaje”. Y agregó: “Nuestro objetivo es que las tarifas sigan bajando y de esta manera sean cada vez más las personas que ocupen el avión como medio de transporte y quienes ya lo utilizan puedan volar más”.
Interesadas en Argentina
Una de las que espera llegar con sus vuelos baratos a la Argentina es Ryanair. La low cost irlandesa prometió que en 2017 desembarcará con vuelos a 50 dólares.
Otra de las que busca un lugar en el mercado argentino es Flybondi. La idea es tener la empresa lista en el tercer trimestre de 2017”, le dijo Julian Cook, CEO de la incipiente compañía, a La Nación.
A este tipo de aerolíneas de bajo costo se les complica el mercado argentino y otros de la región por los altos gastos que deben afrontar para mantenerse operativas. Hay una serie de estricciones en las tarifas y en la logística de los aeropuertos que las hace inviables sin tickets elevados.
Una excepción es la chilena Sky Airlines, que anunció su reconversión para comenzar a operar como low cost. Algo similar hizo desde 2008 la brasileña Azul Linhas Aéreas.
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