Internacional.- “Riesgo de incendio o explosión”, dice el informe de la Comisión para la Seguridad de los Productos del Consumidor (CPSC) de EE.UU. Eso, la prohibición en los aviones y el pedido de la propia Samsung de apagar los smartphones derivaron en un lunes negro para la marca.
Las acciones de Samsung se desplomaron después de que el gigante tecnológico coreano les dijera a sus clientes que no enciendan sus nuevos Galaxy Note 7 debido a que sus baterías pueden incendiarse o explotar.
Luego de un fin de semana convulsionado por las (malas) noticias relacionadas con el nuevo producto de la marca, las acciones cerraron con una baja de 6,98 por ciento, su mayor caída diaria en más de cuatro años.
“Algunos dijeron al principio que el Galaxy Note 7 podría ser el mejor smartphone hecho nunca, pero ahora es posible que sea el peor teléfono jamás fabricado”, dijo el analista de IBK Securities Lee Seung-woo, según publicó Reuters, y agregó que el retiro del mercado “podría arruinar de por vida” las ventas del Galaxy Note 7.
Las complicaciones para el teléfono estrella del 2016 para Samsung empezaron a poco del lanzamiento en agosto, cuando comenzaron a aparecer los primeros Galaxy quemados por una supuesta falla en la batería.
Luego de varios casos, el 2 de septiembre la misma marca reconoce que había un problema y retira del mercado las unidades que no habían sido vendidas y suspende la distribución. Además, posterga sin fecha el lanzamiento en otros países, además de 10 donde ya lo había presentado.
Pero al final de la semana pasada todo se precipitó: las líneas aéreas comenzaron a prohibir la unidad en los vuelos y apareció un video de un Jeep en Florida que se incendió, supuestamente, a causa de la explosión de un Galaxy Note 7.
Durante el fin de semana, el comunicado de Comisión para la Seguridad de los Productos del Consumidor (CPSC) de EE.UU. y otro de la propia Samsung terminaron de limar la imagen del teléfono.