A veces pensamos que las cosas están como están y sólo podrían cambiar con el paso del tiempo. Hay momentos de nuestras vidas en las que nos dejamos envolver, por la falta de colores que ella tiene y pensamos solo en blanco y negro, olvidando que existen otras formas de ver las cosas y otras formas de actuar.
No sé si te ha pasado, pero llega un día en el que te haces la pregunta ¿Por qué no lo pensé antes? O ¿Por qué siempre lo vi así? Es como una especie de revelación o del famoso “momentum” que se hace presente cuando obtenemos una mayor claridad de hacia dónde enfocar nuestras decisiones. Lo cierto es que esto no ocurre porque sí, sino debido a que comenzamos a pensar fuera de la caja y es ahí donde justamente se hace presente el pensamiento disruptivo, concepto que se refiere a la capacidad de pensar de manera no convencional, rompiendo los esquemas tradicionales y creando soluciones innovadoras a los problemas. Este término fue popularizado por el autor Clayton Christensen en su libro “El Dilema de los Innovadores”.
El pensamiento disruptivo significa la capacidad de pensar en términos de cambio radical, romper con las convenciones y los desarrollos no lineales, y aceptar que estos no serán simplemente una tendencia pasajera, según el pensador futurista y filósofo de la empresa Bernhard von Mutius. El agresivo avance multidisciplinario del saber humano en especial de la tecnología, viene provocando cambios cada vez más complejos y profundos que requieren de habilidades y herramientas más especializadas que permitan  entre otras cuestiones- enfrentar con éxito los nuevos desafíos y problemas, en por ejemplo, los espacios digitales. Industrias que desaparecen y muchas otras que van apareciendo han puesto en jaque el paradigma educacional, al punto que no encuentra tregua que le permita establecer de manera clara el futuro del aprendizaje en un mundo con menos certezas y más incertidumbres en casi todos los aspectos de la vida.
Para mejorar la eficiencia y la eficacia, un líder debe buscar estrategias innovadoras. Ser creativo y original en su enfoque es esencial para que cualquier proyecto triunfe. Las empresas deben cambiar constantemente sus operaciones para satisfacer las necesidades de sus clientes en un mercado que cambia rápidamente. Para lograrlo, los líderes deben abrazar la innovación y fomentar una cultura que recompense a los pensadores disruptivos que empujen los límites y asuman riesgos medidos para producir resultados innovadores.
Los líderes de la era digital deben crear equipos con una mezcla de pensadores creativos, expertos en la materia y solucionadores de problemas. Además, estos líderes deben fomentar las técnicas creativas de resolución de problemas incorporando el pensamiento disruptivo a las rutinas de trabajo.
Eric Sheninger, en su libro “Disruptive Thinking in Our Classrooms: Preparing Learners for Their Future” aborda el tema de como formar a los alumnos para que logren desarrollar un pensamiento disruptivo. Cita seis características fundamentales que debe tener un pensador disruptivo:
 Creatividad, para generar y explorar ideas
 Reflexión, para evaluar tanto sus fortalezas como sus limitaciones
 Capacidad de colaboración, para crear relaciones de confianza con los demás
 Ser proactivo, para explorar problemas auténticos
 Autodirección, para autoorganizarse y comprometerse
 Avidez de indagar, para recopilar, procesar y evaluar información
La historia demuestra que las empresas de éxito son las que están dispuestas a pensar de forma diferente ya hacer cosas nuevas para impulsar la innovación. Hoy en día, la innovación es fundamental para el éxito en el entorno empresarial, y las empresas deben animar a los colaboradores a pensar de forma innovadora si quieren estar a la altura y ser competitivos. Uno de los mayores retos para las organizaciones de hoy en día es retener a los mejores talentos; A medida que la tecnología sigue revolucionando todo, desde la banca hasta la agricultura, las organizaciones tendrán que adoptar estrategias innovadoras para seguir siendo competitivas. La Industria 4.0 es un fenómeno impulsado por la creciente automatización e interconexión entre las personas, los datos, los procesos y las cosas.