Las redes sociales no solo han traĆdo beneficios a los diferentes usuarios de esta herramienta moderna, pues su mal uso podrĆa terminar con nuestras carreras si es que a alguien se le ocurre difamar o hacer seƱalamientos injustos que permitan a los seguidores hacer juicios a priori sin que la parte afectada pueda ejercer su derecho de defensa, pues siempre serĆ” necesario escuchar las dos partes para saber quiĆ©n tiene la razĆ³n y no hacer seƱalamientos injustos donde lo Ćŗnico que cuente sea el clamor popular y el enardecimiento general provocado por la ira infundada y no razonada.
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Acabamos de tener un caso que causĆ³ mucha controversia en las redes sociales, sobre todo en Facebook y en Twitter, el caso de la Maestra Idalia HernĆ”ndez del CBTis 103 en Ciudad Madero Tamaulipas, donde la Maestra Idalia tratĆ³ de explicarle a su grupo para quĆ© sirven las redes sociales y el peligro que se corre cuando son mal utilizadas, tratando de hacer ver a los alumnos que la ofendieron a travĆ©s de Twitter, que el respeto debe prevalecer ante todo y que no se deben utilizar las redes sociales para expresarse mal tanto del maestro como de sus compaƱeros pues se denigran como personas con ese proceder.
Nadie puede objetar que la maestra fue insultada, pues estĆ” la evidencia del Twitter que envĆo una de sus alumnas y lo peor que se puede hacer estando en una red social es escribir cosas cuando el estado de Ć”nimo no es el mejor, sobre todo cuando la ira estĆ” presente, pues despuĆ©s hay que hacerse responsable de lo que se coloca en las redes sociales.
La falta de valores que existe en esta Ć©poca es un reflejo de lo que estĆ” pasando en las redes sociales, pues hace 30 aƱos la figura del Maestro era muy respetada, tan respetada que nadie se atrevĆa a enfrentarlo, a levantarle la voz y mucho menos a insultarlo y hay de aquel que hiciera alguna de estas acciones, pues ademĆ”s de llevarse una reprimenda por parte del maestro y de la direcciĆ³n de la escuela, se la tenĆa tambiĆ©n que ver con sus padres y si le iba bien se quedaba en regaƱo y lo normal es que se llevara algunos cintarazos o jalĆ³n de patillas para que su conducta mejorara y vaya que daba resultados.
Quienes tenemos una enorme responsabilidad para que los valores y la Ć©tica profesional pueda prevalecer en todos sentidos sin lugar a dudas somos los padres de familia, pues siendo los lĆderes y formadores de nuestros hijos, debemos lograr transmitir nuestros valores a nuestros hijos y estar al tanto de lo que ponen en redes sociales para tratar de orientarlos sobre lo que puede ocasionarles problemas o conflictos con terceras personas y sobre todo enseƱarles a no difamar a gente que puede resultar seriamente daƱada en todos sentidos, desde causar un daƱo moral hasta terminar con su carrera profesional y comentarles que no estamos exentos de estar en la misma situaciĆ³n de ser seƱalados en redes sociales y por lo tanto estar en riesgo de correr la misma suerte que tuvo la maestra Idalia al ser suspendida de sus labores acadĆ©micas y la alumna que insultĆ³ en la red social, de ser suspendida del plantel escolar.
El prestigio de las personas no se obtiene de un dĆa para otro a travĆ©s de las redes sociales, se gana a lo largo del tiempo, en el dĆa a dĆa, precisamente cuando ha generado confianza en sus familiares, amigos, compaƱeros de trabajo, jefes inmediatos y todas las personas que estĆ”n a su alrededor y por lo tanto cuando existe la calumnia, el engaƱo, la blasfemia, el seƱalamiento popular a travĆ©s de las redes sociales no debe importarnos, si la confianza con el resto de la gente con la que convivimos se deriva de una cultura de valores y de Ć©tica y siempre existirĆ” gente que use este tipo de herramientas para daƱar, para manipular gente, para generar falsos mĆ”rtires y para promover juicios y sentencias sin validez, pues aunque el clamor popular genere inocentes o culpables, sĆ³lo las Leyes y Ministros de Justicia son los que pueden dictaminar la sentencia absolutoria o condenatoria.