Las redes sociales se han convertido en una parte integral de nuestra vida cotidiana. Desde compartir nuestros pensamientos y sentimientos hasta conectarse con otros, utilizamos plataformas de redes sociales para diversos fines.Sin embargo, uno de los aspectos negativos de las redes sociales es que ha facilitado que las personas difundan los chismes y la calumnia. De hecho, se han convertido en un caldo de cultivo para rumores, mentiras y difamación. Es importante comprender el papel de las redes sociales en los chismes y la calumnia y cómo afecta a las personas y a la sociedad en general.
Según la Real Academia Española, (RAE) el chisme es aquella noticia (ya sea verdadera o falsa) que solemos contar a ciertas personas sobre de otras, pueden ser positivas tanto negativas, y sí, llegan a afectarnos cognitiva y emocionalmente. La revista Psychology Personality Science dice que las personas podemos tomar hasta una hora diaria de nuestro tiempo en “chismear” con los demás, siendo una actividad “relevante” en nuestras actividades cotidianas.
La difusión de información de manera informal involucra el riesgo de distorsionarla. La dinámica del teléfono descompuesto es excelente para evidenciar lo fácil que se distorsiona la información, debido a nuestros preconceptos, vivencias y formas aprendidas de procesar la realidad, que actúan como verdaderos filtros adaptando la información del exterior a nuestras representaciones internas. Ello puede propiciar que se incurra en la calumnia, que -según la RAE- es una acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño.
La murmuración es descrita por Wikipedia como la actividad humana que consiste en hablar de alguien o algo, tan bien como mal, aunque generalmente de forma desfavorable, sin que la persona en cuestión esté presente.
Estela Durán, psicóloga y doctora experta en temas de ansiedad, detalla que incurrir en esta actividad verbal es una forma también de conectar, dando como ejemplo que cuando vamos a una fiesta, una manera de relacionarnos con los demás invitados es a través de hablar de un tema en común y tener aceptación o pertenecer a algo.
Estela expresa que chismear tiene múltiples consecuencias, sobre todo cuando la información viene de personas a quien más queremos y llega a tener falsedades, además de que en el mundo actual digital resulta ser más agresivo por las redes sociales. En un sentido humano, impacta en nuestra autoestima y seguridad, aspectos primordiales en la salud mental y que al final, resultan ser amenazados.
Desde luego, el impacto depende del tema y de la magnitud de la difusión. Un ejemplo es que cuando se dicen cosas sobre la dignidad de los otros, la secuela emocional es mucho más fuerte, afectando la vida profesional y social de la persona. Ello ocasiona ansiedad y aislamiento hacia los entornos o personas y potencialmente involucra el riesgo de incurrir en delitos.
Hay que tomar en cuenta las redes sociales:
- Han dado a las personas una plataforma para compartir sus opiniones y pensamientos con el mundo. Si bien esto puede ser algo positivo, también puede conducir a la difusión de rumores y mentiras.
- Han facilitado que las personas se esconden detrás del anonimato. Muchas personas usan perfiles falsos o cuentas anónimas para difundir rumores y mentiras sobre los demás.
- Han facilitado a las personas sacar las cosas de contexto. Una publicación o comentario simple se puede torcer y convertirse en algo completamente diferente, lo que lleva a falsas acusaciones y rumores.
- Han dificultado la diferenciación entre los hechos y la ficción. Con tantas fuentes de información disponibles, puede ser difícil determinar qué es verdadero y qué es falso. Esto puede conducir a la propagación de rumores y mentiras, lo que ocasiona serias consecuencias en las personas y la sociedad en su conjunto.
- Han facilitado que las personas intimiden y acosen a otros. El ciberacoso se ha convertido en un problema grave, y las redes sociales han jugado un papel importante en su crecimiento.
Si eres de los que les gusta salir a chismear, recuerda que no es algo malo, pero depende mucho de cómo lo hagas y lo que digas. Lo mejor es decir las cosas con cuidado, con verdad y en los lugares o con las personas correctas.