El uso de la web en la comunicaciĆ³n corporativa y en las Relaciones PĆŗblicas es cada vez mĆ”s frecuente y ha representado un parteaguas en el ejercicio profesional de estas actividades. Sin embargo, el avance de la legislaciĆ³n sobre nuevas tecnologĆas no ha ido acorde con el de estas Ćŗltimas, por lo que actualmente pueden enviarse todo tipo de informaciones sin restricciĆ³n legal alguna, lo que representa una amenaza potencial para la reputaciĆ³n de las empresas e instituciones.
Ā La naturaleza global y generalizada de la Internet permite que pueda difundirse tanto informaciĆ³n institucional como juicios de valor emitidos por cualquier usuario de la web, lo cual representa un riesgo permanente para la reputaciĆ³n de las empresas y sus productos o marcas.
El principal reto de la comunicaciĆ³n corporativa y de las Relaciones PĆŗblicas es crear vĆnculos efectivos con las diferentes audiencias internas y externas, como el personal, los clientes, proveedores, autoridades gubernamentales, etc., tambiĆ©n llamados stakeholders o pĆŗblicos prioritarios. Ello depende del uso de medios que permitan emitir mensajes ad hoc para cada uno de los receptores y recibir respuesta de los mismos.
Los programas de comunicaciĆ³n y Relaciones PĆŗblicas hasta hace algunos aƱos se basaba, en buena medida, en el uso de los medios colectivos de comunicaciĆ³n, tanto pĆŗblicos (diarios, radio y televisiĆ³n) como controlados (revista interna, circuitos cerrados de televisiĆ³n, estaciones privadas de radio, etc.).
Sin embargo, estos medios son efectivos para difundir informaciĆ³n general entre grandes audiencias heterogĆ©neas, pero poco eficientes si lo que se busca es enviar mensajes particulares destinados a audiencias especĆficas y recibir retroalimentaciĆ³n de las mismas.
La evoluciĆ³n de las tecnologĆas de informaciĆ³n ha transformado todas las actividades de los seres humanos que pueden acceder a ellas.
El uso generalizado de la Internet ha hecho posible el intercambio de informaciĆ³n con inmediatez y alcance global. Gracias a ello la difusiĆ³n de conocimientos ha propiciado la evoluciĆ³n de disciplinas y ciencias con un paso mucho mĆ”s veloz que antes.
En el caso particular de las Relaciones PĆŗblicas, disciplina encargada de integrar a las organizaciones a su entorno por medio de la comunicaciĆ³n efectiva con sus diferentes interlocutores, la Internet ha hecho posible la difusiĆ³n inmediata de informaciĆ³n entre audiencias preseleccionadas con posibilidades de retroalimentaciĆ³n efectiva.
A pesar de que con ello se ha cubierto en alguna forma una de las mayores aspiraciones de los comunicadores (posibilidad de segmentaciĆ³n precisa, inmediatez en la difusiĆ³n de mensajes y posibilidad de retroalimentaciĆ³n real), la otra cara de la moneda aparece cuando surgen problemas por la falta de regulaciĆ³n para la difusiĆ³n de mensajes en la Internet, lo cual pone en severo riesgo la reputaciĆ³n de las organizaciones, pues las hace blanco de la difusiĆ³n irresponsable de mensajes sin sustento.
Lo anterior significa que la incorporaciĆ³n del uso de la Internet a la comunicaciĆ³n corporativa tiene dos vertientes: la eficientaciĆ³n de la misma y la vulnerabilidad de la reputaciĆ³n corporativa por el uso mal intencionado de los enemigos o detractores, sin que esto pueda evitarse.
Sin subestimar la efectividad de los medios colectivos de comunicaciĆ³n, es una realidad que ahora sĆ³lo son complementarios en las estrategias de comunicaciĆ³n corporativa y Relaciones PĆŗblicas. Esto se debe a que la dinĆ”mica social y organizacional actual exigen tanto inmediatez en la difusiĆ³n de informaciĆ³n, como capacidad de llegar a audiencias especĆficas con mensajes particulares adaptados a los intereses y expectativas particulares de los mismos; asĆ como posibilidad de entablar comunicaciĆ³n efectiva de doble vĆa.