Aunque no somos realmente conscientes, ni fuimos realmente libres (es decir no teníamos todo el conocimiento y el cálculo de lo que hacíamos) cuando abrimos los perfiles en las redes sociales o bajamos una aplicación, mucho menos dimensionamos que Apple, Instagram y el gran monopolio en manos de Zuckerberg tienen ahora en sus manos la nada despreciable labor de decidir qué es moral o inmoral para publicar en sus ventanas.
Me da escozor. La moralidad ya no solamente está en manos de las iglesias y de los gobiernos dictatoriales, ahora resulta que cuatro empresas privadas tienen la palabra sobre lo que está bien o mal que compartamos, pensemos o publiquemos, y así hacen uso (¿abuso?) del poder de censurar los contenidos que subimos…
Tal cual como una Matrix, sí, aquellas manos que manejan los hilos de las marionetas que somos. Pero ¿quiénes son? ¿Cuáles son sus criterios? ¿Quiénes eligen cada caso?
Preocupante, preocupante… ahí les dejo ocho casos de censura, por demás estúpidos, que me parecieron interesantes para ilustrar mi opinión espantada y este tema, nada insignificante, de la libertad de expresión:
1. La novela francesa La Femme de Bénédicte Martin fue censurada por Apple porque su portada le parecía inapropiada… Puede parecer exagerado, pero muy al estilo de la censura en la Inquisición, Apple quiere protegernos de las herejías.
2. Instagram decidió declarar inmorales los senos femeninos… La historia tiene varios casos como el de Rihanna que borró su cuenta cuando los administradores de la red eliminaron sus fotos desnuda de la cintura para arriba. Luego, Facebook suspendió su cuenta, luego de que la cantante publicara su foto (topless) para la portada de la revista LUI. Y ahora está en boga lo que le sucedió a Scout Willis, a quien Instagram le censuró las fotos de mujeres en topless de las sudaderas que diseña.
Estos casos se le suman a la campaña #freethenipple (libertad al pezón)…
3. Y si seguimos hablando de senos… tampoco están bien vistos los que amamantan, aunque no puede haber algo más natural… y bello, diría yo. Pero Facebook las considera “arousing” (qué incitan, excitan). Se incluyen también fotos de mujeres que han sufrido cáncer de mama…
Nació así la “Campaña contra la censura”, del movimiento femenino Girl Power, que argumenta que: “Volvemos a iniciar esta campaña después de que Facebook eliminara ciertas fotos donde se veían los pechos de mujeres amamantando a sus hijos, desnudos artísticos y demás, porque sabemos que si los hombres fueran quienes tuvieran pechos, esto no sucedería… Sabemos que los pezones de los hombres no son lo mismo que los pezones de la mujer, ya que cumplen otra función, pero que Facebook censure el cuerpo humano cuando no elimina fotos ni páginas donde se muestra violencia gráfica, pedofilia, sexismo y misoginia es un hecho repudiable y queremos expresarnos contra esto.
Aquí una foto que le fue bloqueada, sin explicación, a Emma Kwasnica…
Apple rechazó la publicación en su plataforma, en 2012, de la portada de la revista Muy Interesante “Últimas investigaciones: Verdades y mitos del pene”, por la fotografía de un hombre sin ropa, aunque cubre con sus manos lo “supuestamente” prohibido.
Apple, como otros grupos y sectas religiosos de orientación muy conservadora, tampoco cree que debamos acceder a una aplicación que se llamaba HappyPlayTime, cuya publicación fue negada. Era un videojuego de educación sexual que explicaba a las mujeres cómo masturbarse, según explicaba la creadora, quien comentó en su momento que la aplicación fue creada para romper mitos y tabúes, y con la mejor de las intenciones.
Papá Apple no lo creyó así. Y donde manda capitán…
Volvemos a la censura en Instagram, que decidió borrar las fotos de reconocida fotógrafa canadiense Petra Collins, quien publicó una suya en bikini. Lo cierto es que hay miles de bikinis en Instagram, pero las fotos de Petra tenían algo más… se le veían los vellos del pubis. ¿Pecaminoso?
Instagram decide qué “culos” (así decimos en Colombia y espero no ofender a nadie con la expresión) son vulgares y cuáles no. Pues resulta que una videoblogger llamada Meghan Tonjes subió una de sus “buttselfies” (con ropa interior puesta), pero la red social la censuró por violar los términos de conducta. Según argumenta la chica, el punto fue su gordura…
¿Si no es sexy, es censurado? Veamos qué dice:
Y, para hacer un cuadro de discriminación más completo, no puede faltar la homocensura… En Italia Facebook decidió suspender una cuenta por publicar la foto de dos mujeres besándose, justo en la celebración del día contra la homofobia y transfobia. Papá Facebook, amablemente le explicó que había roto las reglas sobre “desnudez y pornografía”… Al parecer, luego se la volvieron a activar.
Hermosa foto, digo yo…
No sé si reírme o llorar.