-
AT&T y otros analistas esperaban que Wonder Woman 1984 fuera uno de los grandes éxitos en taquilla para la pasada temporada de verano
-
En el corto plazo, sin embargo, el filme podría convertirse en parte crucial del crecimiento de HBO Max como un rival válido para Netflix
-
Desde su nacimiento, seis meses atrás, la plataforma de streaming (junto al canal de TV de Paga) tienen 57 millones de usuarios en todo el mundo
Durante la pandemia, ha resultado bastante evidente que los cines han sido de los negocios que más han sufrido de problemas económicos. Pero ahora, por culpa de las productoras de mayor tamaño en Hollywood, sus problemas podrían ser aún mayores. Y es que, de acuerdo con Bloomberg, estudios como WarnerMedia están considerando formatos alternativos de estreno para sus películas. Unos muy similares por los que antes habían demonizado a Netflix.
Notas relacionadas
- La llegada de Hollywood a Only Fans
- Hollywood en formato vertical y grabado con un iPhone por el director de La La Land y Whiplash
- Hollywood y los Oscar, negocio rentable para muchos sectores
El medio reporta que ejecutivos dentro de la compañía todavía están decidiendo qué hacer con el estreno de Wonder Woman 1984. La película aún está programada para su estreno en cines este mismo año, a pesar que la pandemia de COVID-19 empezó a despuntar, de nuevo, en Estados Unidos (EEUU). Internamente, la WarnerMedia está pensando seguir adelante con el plan, pero “estrenarla” en su plataforma rival de Netflix, HBO Max, unas semanas después.
Los planes todavía no son finales ni se han revelado públicamente. Sin embargo, si permitiría a Wonder Woman tanto honrar el compromiso con las salas de cine como aspirar por una mayor fracción de las ganancias que se obtendrían sin el streaming. Según fuentes internas, algunos dueños de complejos cinematográficos están de acuerdo con seguir la “ruta Netflix”. Pero se están sopesando también opciones como un lanzamiento directo DVD, Blu-Ray y similares.
Una estrategia por la que antes habían demonizado a Netflix
Resulta curioso que WarnerMedia esté considerando seriamente esta opción. Esto, viendo qué tanto odio recibió Netflix por llevar sus estrenos directamente a formato digital hace solo un par de años. Cierto, jamás ninguna compañía se pronunció abiertamente al respecto, pero sí se conocieron comentarios de varios agentes relevantes en la industria. El más sonado fue, de acuerdo con Business Insider, el de Steven Spielberg, que llevó a una respuesta de la marca.
No hay que olvidar que esta presión de hecho impactado en la forma en la que Netflix tomó algunas decisiones de negocio en el pasado. A finales de 2019, hace casi un año justamente, dio a conocer que había rescatado una sala de cine. El objetivo era precisamente usar este sitio para realizar estrenos físicos de algunas de sus cintas más prestigiosas. Y, de esa forma, tanto acallar a los críticos como poder cumplir algunas reglas de varios certámenes del sector.
Por eso resulta tan irónico que algunas productoras de Hollywood estén tan cerca de tomar la decisión de estrenar sus películas en streaming solo días después de su llegada a las salas. No significa que sea un desarrollo inesperado para la industria. Todo lo contrario. Para mayo, en datos de Statista, la industria global ya había perdido 10 mil millones de dólares (mdd) por esta crisis sanitaria. Solo es curioso que sus planes se hayan alineado tan rápido a Netflix ahora.
Las otras estrategias de supervivencia
Hay otras “traiciones” mucho más grandes a los valores que las productoras de cine tenían hace solo unos meses. Por ejemplo, Disney se decidió a seguir por completo el ejemplo de Netflix y lanzó su versión live-action de Mulan en su sitio de streaming. La cinta parece haber sido un rotundo fracaso comercial por varios factores, incluyendo su comercialización y un par de conflictos culturales. Sin embargo, se espera que la casa del ratón repita el experimento.
Mientras las productoras de cine ven cada vez mayor valor en la ruta de Netflix, las salas aún están en su batalla por traer de vuelta a los consumidores. En México, uno de los ejemplos más emblemáticos es el de Cinemex. La cadena se sumó a las promociones del Buen Fin el pasado nueve de noviembre. Pero en lugar de ofrecer descuentos y meses sin intereses en productos y servicios, le dio la oportunidad al público de comprar boletos a precios rebajados.