Las nuevas formas de comunicarnos con las herramientas que ofrece internet llegaron para dar una buena sacudida a la forma de hacer periodismo. Esta revolución mediática —cuyas características más obvias son la preferencia de los lectores por medios digitales sobre los impresos, la inmediatez de la información, los canales interactivos y multimedia, así como la falta de rigor periodístico y la postverdad— obliga a los profesionales del periodismo a poseer habilidades necesarias para destacar en un medio que hace varios años dejó de ser lo que era.
De acuerdo con el Estudio de Consumo de medios y dispositivos entre internautas mexicanos IAB 2017, el smartphone es el dispositivo que poseen en mayor número los usuarios de la red y mediante el cual se conectan en su mayoría (74%). Además, 89% de ellos prefiere consumir contenido en video, del cual 45% son noticias.
Ahora que los medios de comunicación están en proceso de migrar de un sólo canal (impreso o electrónico) a plataformas multicanal que incluyen varias opciones digitales, las habilidades que tienen que tener los periodistas digitales están bien definidas, y son fundamentales para llevar a cabo su oficio en un esquema que ha cambiado significativamente desde la aparición del periodismo digital.
La primera de estas habilidades tiene que ver precisamente con el tema de que las noticias dejaron de consumirse sólo en papel o en informativos de radio o TV, el periodista de hoy tiene que tener la capacidad de saber contar historias en diversas plataformas que van de los portales de noticias y blogs, hasta las redes sociales y recursos audiovisuales como videos e infografías interactivas. Todo bajo el conocimiento de tácticas de SEO y un lenguaje adecuado para el lector contemporáneo.
El énfasis se tiene que poner en la forma en que se cuentan las historias en las redes sociales. Los lectores de hoy no suelen leer los contenidos en su totalidad, más bien, se quedan con lo que les dicen los titulares. Por ello, resulta indispensable que los periodistas digitales tengan la habilidad de analizar el entorno digital, conocer el lenguaje que exigen las redes sociales e implementarlo con creatividad.
No obstante, las exigencias que implica hacer periodismo en la época de los dispositivos móviles y las noticias en Twitter y Facebook, existen habilidades igual de importantes para la práctica del buen periodismo, y que jamás deben olvidarse. Son capacidades que existen desde que el hombre le dio nombre al oficio de comunicar lo que ocurre en su entorno, le dan valor a la información y otorgan respeto por el fin último de informar con claridad y veracidad.
El rigor periodístico (verificar con varias fuentes cada dato que se pretenda publicar y nunca difundir datos sin confirmar) resulta fundamental y debe de estar por arriba de cualquier ímpetu de informar inmediatamente o ganar una primicia.
Esta característica del buen periodismo da credibilidad al periodista y a su medio de comunicación y aunque cada vez está más ausente, es una herramienta que, junto al sentido común y espíritu crítico de todo periodista, debería ser suficiente para evitar que proliferen las “fake news” y la desinformación que se propaga a velocidad de la luz en las redes sociales.
De acuerdo con datos de comScore, los medios nativos digitales en México concentran una audiencia joven de entre 18 y 34 años, un segmento caracterizado por obtener información inmediata, pero también veraz, una característica del periodismo tradicional.
Con todo esto, el periodista digital debe hacer caso a lo que las formas de hacer periodismo moderno demandan para que su información destaque en un infinito mar de contenidos a los que el consumidor de noticias está expuesto, pero también debe voltear a ver las antiguas reglas que hacen que un periodismo siga siendo un invaluable patrimonio que beneficia a la humanidad.