Somos expertos en manosear los conceptos, las palabras, términos y las ideas, lo cual no está mal, sólo que entre más información existe sobre un término o concepto, es más probable que una idea este desvirtuada de su nacimiento original, así, manoseada y desvirtuada, borrosa y tal vez muy lejos de su postulado.
Todo esto es parte del viaje del contenido y cómo fluye, es como hace 30 años que era el auge de las máquinas copiadoras y el papel digital; imprimías una copia en papel bond y conforme fotocopiabas más y más, el resultado de la impresión se desvanecía y se miraba borroso en comparación con la primera copia impresa.
Así suceden las cosas con el flujo del contenido, de una idea principal, termina desvinculado del concepto original y como emblema de las juventudes de un partido político de ideología conservadora.
Considero importante hacer una pausa para reflexionar sobre el término centennial, porque creo que estamos a punto de escribir y leer mucho contenido sobre esta generación. Ya los vemos por todas partes.
Mucho será lógico e inteligente, pero otro tipo de información será infra contenido (información no útil y desvirtuada de su idea original). Para no perdernos entre tanta desinformación, es clave empezar a filtrar entre lo que sirve y lo que no para capitalizar mejor el contenido en favor de nuestros intereses de marca y personales.
¿Qué sí es centennial?
Si naciste entre 1999 y 2016; es una generación de humanos que viven bajo ciertas programaciones culturales, tecnológicas, antropológicas y sociales. Son los que nacieron bajo ciertas influencias que modifican su personalidad e identidad para tomar desiciones de vida.
Es un estilo de vida y un segmento antropológico, una perspectiva de la vida y un accionar ante ciertos estímulos de consumo; es una postura joven, de actualidad y una identidad generacional que detona nuevos comportamientos de ser cliente y de misiones de compra.
Se trata de una nueva tribu de consumidores, con nuevas necesidades, preguntas y formas de consumir contenido. Es una generalización, una nueva generación de clientes.
¿Qué no es centennial?
No es una etiqueta más, ni moda, ni marca; no es una justificación de nuevas formas de pensamiento y posturas; no es un sobrenombre ni un apellido; no es un muro. Es un puente de comunicación, un traductor generacional para acercar a los humanos y los eslabones que los unen entre generaciones.
Ser Millennial no está de moda, tan sólo es un reflejo de la evolución y no mata las diferentes, irrepetibles y únicas formas de identidad humana. Es una continua investigación interminable de lo que somos los seres humanos cuando evolucionamos.