Mucho se ha discutido sobre la prevalencia del boletín de prensa, tal como se concibió, en el contexto del nuevo entorno digital y frente a los nuevos formatos para diseminar información, especialmente cuando el marketing de contenidos invade y aparece desde la pantalla de un móvil, hasta la de un centro comercial.
La ubicuidad del contenido de marca tratando de apoderarse de la cada vez menor atención del consumidor, multiplica su lucha por aparecer en el mayor número de plataformas de comunicación. Mientras que el comunicado de prensa tradicional, pareciera estar en peligro de extinción.
Pero la condena del boletín no puede culpar solo a las nuevas tecnologías, la comparten también aquellos comunicadores que no saben o no han entendido que se puede esperar de un boletín de prensa y solo les importa distribuirlo, casi como autómatas.
Empecemos por el formato. “En su mayoría, los comunicados de prensa están redactados de la forma en que un cliente escribiría una noticia. Por lo general, son bastante intrincados y están diseñados para complacer al cliente en lugar de ayudar al periodista a hacer las cosas a la perfección, y rápido. Entonces, creo que el formato del comunicado de prensa está muerto”, afirma Mike Butcher, editor de TechCrunch.
Por otro lado, un estudio presentado el año pasado por Cision, reveló que el 63 por ciento de mil 355 encuestados en el mundo dijeron que prefieren los anuncios de noticias y los comunicados de prensa más que otras formas de contenido, “lo que indica que la mayoría de los reporteros quieren seguir interactuando con [RP] de la misma manera que lo han hecho históricamente”.
Además, el 44 por ciento coincidió que confía en los comunicados de prensa más que en cualquier otro tipo de contenido relacionado con la marca. El treinta por ciento dijo lo mismo acerca de los voceros de la compañía y el 20 por ciento sobre los sitios web. Solo el 3 por ciento dijo que confía más en los blogs y en los canales de redes sociales. Durante tres años consecutivos, los periodistas se han referido al comunicado de prensa como su fuente de información confiable.
Los profesionales de las relaciones públicas deben de aprovechar una oportunidad de coyuntura: los medios de comunicación están haciendo recortes y buscando la eficiencia en su operación. La ayuda externa de fuentes confiables les viene bien. Pero si el trabajo no está hecho de manera profesional, no dejarán de discriminar los boletines retacados de jerga comercial.
El contenido de los boletines debe orientarse a lo que los periodistas buscan o desean. Deben presentar un contenido que explique con claridad cómo funciona algo y por qué es relevante para los periodistas, debe de estar bien investigado y sustentado, con datos y fuentes solventadas por expertos que estén disponibles para enriquecer las notas.
El aspecto gráfico es muy importante. Los boletines de prensa, desde sus días análogos, iban acompañados de fotografías o gráficos. Hoy en día, las fotos y los videos son más importantes que nunca y aún deben distribuirse de manera puntual. Las infografías han demostrado también ser un elemento bienvenido entre los periodistas.
La condición actual del comunicado de prensa obliga a darle mucho mayor atención a la estrategia de distribución, está ha tomado una posición tan importante como el contenido mismo. En este sentido, la estrategia debe de centrarse en proporcionar noticias y contenido de valor a los medios y, en última instancia, al público.
Los comunicados de prensa siguen siendo útiles, pero existen escenarios en los que no son la mejor opción. En la premura por difundir la información, o para complacer al cliente o jefe, nos olvidamos que existen otras soluciones más acordes para alcanzar los objetivos de difusión.
Pero, la última palabra es para ‘Tim D’, que manifestó el siguiente comentario en la contraportada de la publicación Death of the Press: “El comunicado de prensa y los medios para distribuirlos han evolucionado. El comunicado de prensa no está muerto. Hoy, La distribución requiere tanta estrategia como la emisión”. Al final, todo se reduce a vender una idea personalmente, de manera oportuna, atractiva, e inteligente.